Por años, 25, las aguas residuales han sido un grave problema ambiental, ya que terminan en ríos y lagos; y no se ha afrontado el problema o ha sido muy laxo la forma de abordarlo.
Debido a que los niveles de contaminación en ríos y lagos han incrementado por las aguas residuales, la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales endurecerá los parámetros para controlar descargas de aguas residuales.
La nueva norma que entrará en vigencia reducirá los límites máximos permisibles de diversos contaminantes e incluye nuevos parámetros para evaluar la calidad del agua.
La Norma Oficial Mexicana NOM-001-SEMARNAT-2021, que sustituye la vigente desde hace 25 años y próxima a publicarse en el Diario Oficial de la Federación, reduce los límites máximos permisibles de diversos contaminantes e incluye nuevos parámetros para evaluar la calidad del agua en los cuerpos que reciben las descargas.
Durante años se incumplió con la obligación de actualizar la norma, a pesar de que los límites máximos permisibles y los parámetros establecidos habían probado ser insuficientes para controlar la contaminación de cuerpos de agua por las descargas.
"El volumen y la concentración de las cargas contaminantes en los cuerpos receptores han aumentado derivado del crecimiento poblacional y de las actividades económicas, por lo que hace necesaria la modificación de los límites permisibles de contaminantes en las descargas de aguas residuales en cuerpos receptores para su conservación", indica la NOM en sus considerandos.
Aprobada el 27 de agosto por el Comité Consultivo Nacional de Normalización de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Comarnat), la nueva NOM establece en 35 grados la temperatura máxima para la descargas en ríos, cinco grados menos que la fijada por la NOM de 1996.
Reduce los límites máximos permisibles para sólidos suspendidos totales, demanda química de oxígeno (DQO), nitrógeno y fósforo, y agrega como parámetros carbono orgánico total, escherichia coli y enterococos fecales, así como ph y color verdadero.
Indica que, con base en los resultados de la Red Nacional de Medición de Calidad del Agua (RNMCA) se ha identificado que al medir la calidad del agua de los cuerpos receptores con los parámetros habitualmente utilizados, como es la demanda bioquímica de oxígeno durante 5 días (DBO5), hay un subregistro del nivel de contaminación.
La prueba, detalla, no es capaz de detectar contaminantes orgánicos no biodegradables ni tóxicos presentes en los cuerpos de agua provenientes de descargas de las plantas de tratamiento.
Para medir la carga orgánica contaminante en aguas con una concentración de cloruros mayor a mil miligramos por litro, señala el proyecto, se debe utilizar el parámetro de carbono orgánico total, ya que permite obtener resultados más confiables.
La toxicidad es un parámetro integrador que señala que existen elementos, sustancias reguladas o no reguladas, o mezclas de ellas en una descarga que pueden provocar daños a la salud humana o al medio ambiente.
"Así, la medición de la toxicidad en las descargas de aguas residuales es muy importante como un medio de alerta para prevenir los riesgos ambientales y evitar análisis de una gran cantidad de sustancias que actualmente son vertidas a los cuerpos de agua sin estar caracterizadas ni normada", apunta.
Se plantea la necesidad de especificaciones claras para la colocación del equipo y material mínimo para colectar las muestras de agua residual.
La NOM prevé tomas de muestras mensuales para descargas municipales en localidades de más de 50 mil habitantes, trimestrales para el rango de 10 mil a 50 mil y semestrales para menores a 10 mil.
Conforme a los últimos datos publicados de la RNMCA, 10.2 por ciento de las aguas superficiales del País registraban el año pasado contaminación conforme al parámetro DBO5, 11 por sólidos suspendidos totales, 36.1 por ciento por DQO y 63.3 por coliformes fecales.
Dejamos pasar mucho tiempo, ahora tenemos que cumplir con los nuevos parámetros y lograr que nuestros ríos y lagos fluyan más limpios.
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Vía: Reforma
Imagen: PUCP
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