El anuncio de la construcción de una planta de reciclaje en Tula, impulsado por la presidenta Claudia Sheinbaum, ha puesto en la mira un ambicioso proyecto que busca transformar residuos en energía y fertilizantes, al mismo tiempo que promete mejorar la calidad de vida en una región afectada por la contaminación.
Sin embargo, como con muchos proyectos de este tipo, surgen preguntas sobre su implementación real y el impacto que tendrá en el desarrollo local. ¿Será esta iniciativa el cambio que Tula necesita o una más de las promesas que no llegan a concretarse?
La propuesta trata de un centro de reciclaje basado en economía circular, que se planea construir en los terrenos de la fallida Refinería Bicentenario. Según el diputado local José Luis Rodríguez Higareda, este proyecto “representa una oportunidad para contribuir al combate de la contaminación y al desarrollo del municipio de Tula de Allende”.
El proyecto federal, en colaboración con el Instituto de Ingeniería de la UNAM, tiene como objetivo transformar residuos en carbón vegetal, que se usará como fertilizante y como combustible para la planta termoeléctrica de la CFE en Tula.
Alicia Bárcena, titular de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales, mencionó que se realizará un inventario de los residuos generados en Hidalgo para determinar cuáles podrán ser reciclados en este nuevo proceso.
También se contempla la posibilidad de traer residuos de la Ciudad de México y del Estado de México para abastecer la planta.
Rodríguez Higareda ha llamado a la ciudadanía y a los partidos políticos a “dar el beneficio de la duda” al proyecto, enfatizando que “se contribuirá al combate de la contaminación que produce la basura” y que “la presidenta de México requiere del apoyo de todos los hidalguenses porque sola no va a poder”.
¿Qué pensamos en #PlanetaB?
A pesar del optimismo que rodea a esta iniciativa, es justo preguntarse si realmente será un punto de inflexión para la región.
Históricamente, los proyectos de reciclaje y sostenibilidad han figurado en la agenda política, pero pocos han llegado a materializarse de manera efectiva. El verdadero reto radica en la implementación.
¿Será esta planta de reciclaje una excepción o se sumará a la lista de proyectos inconclusos?
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Foto: Luis Soriano