La temporada de lluvias llegó a su fin, y el Sistema Cutzamala no se ha recuperado como esperábamos. Este déficit nos deja con incertidumbre para el 2025.
A pesar de las lluvias intensas de este año, las presas no lograron sus niveles históricos de almacenamiento. La Comisión Nacional del Agua (Conagua) informó que el sistema Cutzamala cerró el año hidrológico con un 67% de su capacidad, lo cual representa un déficit del 15%.
Citlalli Peraza, directora del Organismo de Cuenca Aguas del Valle de México, explicó que, aunque la temporada de lluvias oficialmente terminó el 31 de octubre, en los últimos días se han registrado lluvias adicionales.
No obstante, la recuperación ha sido desigual: Villa Victoria, que históricamente alcanza un 77%, está en un 57%; Valle de Bravo, cuyo promedio suele ser 86%, ahora está en un 63%, lo que ha obligado a suspender el envío de agua a la potabilizadora Berros, que abastece a la Ciudad de México y municipios conurbados.
Solo la presa El Bosque alcanzó su promedio histórico del 83%, mientras que en el resto del sistema la situación es más crítica.
Durante el año hidrológico se acumuló un total de 868 milímetros de lluvia en la región, un nivel superior al promedio, pero no suficiente para compensar la extracción y el desgaste de los embalses.
¿Qué pensamos en #PlanetaB?
La situación actual muestra que la estrategia de gestión del agua en la zona metropolitana depende de factores fuera de control, como las lluvias, lo que presenta un riesgo de abastecimiento inminente.
Aunque se registraron precipitaciones por encima del promedio histórico en la Ciudad de México, con un acumulado de 755 milímetros, y 31 activaciones del protocolo metropolitano para drenar el exceso al estado de Hidalgo, los niveles de almacenamiento siguen sin recuperarse.
Además, un factor alarmante es el impacto de la basura en la infraestructura de drenaje. Este año se retiraron 56 mil toneladas de residuos de los ductos, lo cual subraya el reto de mantener las redes limpias para evitar colapsos y mejorar el manejo del agua disponible.
En 2025, se nos presenta un desafío claro: encontrar soluciones sostenibles que nos permitan optimizar el uso del agua y evitar crisis en el abastecimiento. Depender solo de la temporada de lluvias ya no es suficiente.
Necesitamos replantear el manejo y conservación de los recursos hídricos en la región, además de implementar una cultura de cuidado ambiental que minimice los impactos de basura y contaminantes en los sistemas de distribución.
La evidencia de este año es clara: aunque las lluvias nos dieron un respiro, el almacenamiento no se recuperó como esperábamos. Si no hacemos un cambio significativo, podríamos estar ante una situación aún más crítica en el futuro cercano.
////////// Imagen: Cuarto Oscuro
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