El Banco de México (Banxico) ha lanzado una advertencia contundente: el cambio climático se ha convertido en una amenaza latente que obstaculiza la disminución de la inflación, y su impacto se cierne sobre el presupuesto de todos los mexicanos, especialmente aquellos de recursos limitados.
A pesar de las proyecciones de Banxico sobre una continuación del proceso de desinflación, su último informe de 2023 revela un sombrío panorama, señalando riesgos en aumento, especialmente vinculados a las alteraciones climáticas. Este reconocimiento no es trivial, ya que apunta directamente a los precios de productos esenciales, con énfasis en los sectores agropecuarios.
En la reciente minuta de la reunión de política monetaria de diciembre, un miembro destacado del banco central subrayó la influencia de los fenómenos climáticos como elementos capaces de generar tensiones adicionales en los costos. Un llamado de atención que resonó en la comunidad financiera.
"Si han añadido este factor de riesgo, es porque seguramente cuentan con evidencia de que el cambio climático está ejerciendo presión sobre la inflación", Janneth Quiroz, Directora de Análisis Económico en Monex.
Quiroz vincula directamente el reciente aumento significativo en los precios de frutas y verduras con este fenómeno, apuntando a sequías y huracanes como catalizadores de perturbaciones en los precios agropecuarios.
Jessica Roldán, Directora de Análisis Económico de Casa de Bolsa Finamex, coincide en que el cambio climático está ganando terreno como un riesgo real para la inflación, consolidando la inquietud sobre las futuras implicaciones económicas.
Ante esta realidad inminente, Banxico ha ajustado sus pronósticos a corto plazo. Para el primer trimestre de este año, se estima que la inflación general alcance el 4.7%, un aumento significativo desde la previsión anterior del 4.3%.
Estos ajustes reflejan la urgencia de abordar las consecuencias económicas del cambio climático y subrayan la necesidad de medidas preventivas para salvaguardar el bienestar financiero, especialmente entre los estratos más vulnerables de la sociedad mexicana.
¿Qué pensamos en PlanetaB?
La advertencia del Banco de México sobre el impacto del cambio climático en la inflación no puede pasarse por alto. El futuro económico de todos los mexicanos está en juego, y quienes más sentirán el golpe son aquellos que ya luchan con recursos limitados.
Si no actuamos con determinación y adoptamos medidas para combatir el cambio climático, los precios de los productos básicos seguirán aumentando. Las sequías y huracanes asociados con este fenómeno climático ya están afectando los costos de alimentos esenciales, como frutas y verduras. Esto no solo pone en riesgo la estabilidad financiera de todos los ciudadanos, sino que coloca a aquellos de escasos recursos en una posición aún más vulnerable.
Cada ajuste al alza en la inflación tiene un impacto directo en los bolsillos de las familias, especialmente en aquellas que ya luchan por llegar a fin de mes. La urgencia de abordar el cambio climático no es solo una cuestión ambiental, sino también una cuestión de justicia social y económica.
La acción colectiva es esencial. Debemos trabajar juntos para reducir nuestras emisiones, promover prácticas sostenibles y presionar a los líderes para que tomen decisiones que protejan nuestro medio ambiente y nuestra economía. Si no cambiamos nuestro rumbo, el costo de la inacción será pagado por todos, pero especialmente por aquellos que menos pueden permitírselo.
Hagamos elecciones conscientes, apoyemos iniciativas sostenibles y exijamos políticas que protejan a los más vulnerables. El cambio climático ya está afectando nuestro presente; actuar ahora es la única manera de asegurar un futuro económicamente estable para todos los mexicanos, independientemente de su nivel de recursos.
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