La vida marina nos está dando grandes lecciones positivas -y negativas- de las cuales podemos aprender, y si escuchamos a nuestros océanos, puede que seamos capaces de restaurarlos en tan solo treinta años.
A través de la sobrepesca desenfrenada, la contaminación y la destrucción costera, la humanidad ha causado graves daños en los océanos y sus habitantes durante siglos. Pero los éxitos de conservación, aunque todavía aislados, demuestran la notable capacidad de recuperación de los mares.
Los científicos dicen que ahora existe el conocimiento para crear un renacimiento oceánico para la vida silvestre en 2050 y con ello reforzar los servicios en los que la gente del mundo depende, desde alimentos hasta protección costera y estabilidad climática.
Las medidas necesarias, incluida la protección de grandes extensiones de océano, la pesca sostenible y los controles de contaminación, costarían miles de millones de dólares al año, dicen los científicos, pero traerán beneficios 10 veces más altos.
Sin embargo, la creciente crisis climática también debe abordarse para proteger los océanos de la acidificación, la pérdida de oxígeno y la devastación de los arrecifes de coral. La buena noticia, dicen los científicos, es una creciente conciencia de la capacidad de los océanos y los hábitats costeros como los manglares y las marismas para absorber rápidamente el dióxido de carbono y reforzar las costas contra el aumento del nivel del mar.
"...Tenemos una pequeña ventana de oportunidad para brindar un océano saludable a nuestros nietos, y tenemos el conocimiento y las herramientas para hacerlo", dijo el profesor Carlos Duarte, de la Universidad de Ciencia y Tecnología King Abdullah en Arabia Saudita, quien dirigió la revisión.
El profesor Callum Roberts, de la Universidad de York, uno de los equipos internacionales de la revista, dijo: "La sobrepesca y el cambio climático están apretando su control, pero hay esperanza en la ciencia de la restauración.
“...Si dejas de matar la vida marina y la proteges, entonces vuelve. Podemos cambiar los océanos y sabemos que tiene sentido económicamente, para el bienestar humano y, por supuesto, para el medio ambiente...", continuó.
El informe, publicado en la revista Nature, descubrió que la pesca mundial se está volviendo lentamente más sostenible y la destrucción de hábitats como los prados y manglares de pastos marinos está casi detenida. En lugares desde Tampa Bay, Florida hasta Filipinas, se están restaurando los hábitats.
Entre las historias de éxito se encuentran las ballenas jorobadas que migran desde la Antártida al este de Australia, cuyas poblaciones han aumentado de unos cientos de animales en 1968, antes de que se prohibiera la caza de ballenas, a más de 40,000 en la actualidad. Las nutrias marinas en el oeste de Canadá han aumentado de apenas docenas en 1980 a miles ahora. En el Mar Báltico, las poblaciones de focas grises y cormoranes se disparan.
El informe concluye que la restauración de los océanos para 2050 es un gran desafío que, con un redoblamiento global de los esfuerzos de conservación, se puede lograr: "Cumplir con el desafío sería un hito histórico en la búsqueda de la humanidad para lograr un futuro globalmente sostenible".
Es una oportunidad única que debemos aprovechar y en todo caso demandar a líderes mundiales; la protección del océano es posible, una pesca sostenible es posible, siempre y cuando se tenga la disposición.
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Vía: The Guardian
Imagen: MSC
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