Hemos visto como en el mundo los jóvenes están creando los cambios que tanto necesita el planeta. Las generaciones más pequeñas son actores clave que deben tenerse en cuenta al crear políticas públicas para abordar el cambio climático.
A pesar de esto, el papel de niños y jóvenes como educadores del cambio climático a menudo se pasa por alto en las políticas, pero pueden desempeñar un papel importante.
Una nueva iniciativa, presentada al Congreso de México, espera insertar la educación sobre el cambio climático en el plan de estudios nacional para las escuelas.
“...Al fortalecer la enseñanza de este tema en las aulas, los niños se empoderan como agentes de educación sobre el cambio climático, y esto impulsa una mayor participación de su familia…”, dijo Luis Ramírez, director de una asociación civil sin fines de lucro que busca motivar a las comunidades a cambiar sus estilos de vida, a través de una educación ambiental.
Ramírez afirma que los niños pueden ayudar a sus padres a hacer cambios en sus comportamientos y a vivir estilos de vida más sostenibles. Sin embargo, el papel educativo de los niños a menudo se pasa por alto en la política ambiental.
Es necesaria la inversión en educación de calidad
“...He estado trabajando sin cesar para persuadir a los funcionarios del gobierno de que hagan de la educación sobre el cambio climático una parte del plan de estudios nacional. La mayoría de los que me acerqué rechazaron la llamada, excepto uno: el senador Clemente Castañeda Hoeflich. Juntos, hemos estado trabajando en una iniciativa para incluir la educación sobre el cambio climático en cada aula en México…”, afirma Ramírez.
El pasado 17 de junio, el senador presentó una iniciativa a la Comisión Permanente del Congreso de la Unión de México para proponer el fortalecimiento de los planes de estudio sobre protección ambiental y cambio climático en las escuelas, alentando a los estudiantes a cambiar su actitud y comportamiento para proteger los recursos naturales.
“...La lucha contra el cambio climático debe fortalecerse mediante la educación básica en las aulas…”, dijo Hoeflich.
La iniciativa apunta a enmendar la Ley de Educación General de México en cuatro puntos:
La educación debe contribuir y extender sus beneficios al desarrollo sostenible y la protección del medio ambiente.
Para el desarrollo humano integral de los estudiantes, la educación debe incluir crear conciencia sobre la emergencia climática y modificar sus actitudes y comportamientos en torno al cuidado del medio ambiente.
Uno de los propósitos de la educación debería ser fomentar la adopción de prácticas y estilos de vida que contribuyan a mitigar el cambio climático y proteger el medio ambiente.
El plan de estudios debe ayudar a los estudiantes a adquirir los conocimientos necesarios para evaluar los dilemas y problemas ambientales, con el objetivo de prepararlos para enfrentar los desafíos del cambio climático y adoptar estilos de vida sostenibles.
México ante el cambio climático
Es de gran relevancia que México adopte una educación en donde el eje principal sea el medio ambiente, ya que es uno de los países con mayor retraso en sus políticas ambientales, pero más importante aún, debemos despertar las mentes de quienes pueden crear grandes cambios como los jóvenes.
De acuerdo con la ONU, los impactos del cambio climático en México podrían conducir a un aumento de la lluvia y los ciclones tropicales e intensificar las sequías en todo el país, y en consecuencia podrían agravar las desigualdades en salud, empleo y acceso a los alimentos.
Adicional a la vulnerabilidad geoclimática de México, también está dentro de los 20 países emisores de gases de efecto invernadero, ocupado el lugar 13, sumándole que continúa apostando por las energías contaminantes como el combustóleo.
Para lograr un verdadero cambio y reducir la vulnerabilidad a la crisis climática actual, diversas organizaciones han señalado la importancia de la educación sobre el cambio climático como una solución a largo plazo.
“...Empoderar a los niños y jóvenes y educarlos sobre el cambio climático ayuda a lograr resultados viables y sostenibles y soluciones a largo plazo para los efectos del cambio climático; aumenta la 'alfabetización climática' entre los jóvenes, fomenta los cambios en su comportamiento y les ayuda a adaptarse a las tendencias relacionadas con el cambio climático…”, esto de acuerdo con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), en una iniciativa educativa.
Si bien, México cuenta con programas de educación básica que ‘promueven’ el cuidado del medio ambiente, solo es un enfoque general y no logra concientizar a los jóvenes, ni promueve acciones que logren cambios.
“...El trabajo que tanto yo como mi organización hemos estado haciendo, ha impactado a más de 6,000 niños directamente y a más de 15,000 personas en general…”, afirma Ramírez.
En caso de que la iniciativa sea aprobada, México sería el primer país de América Latina en garantizar una educación oficial sobre el cambio climático en los niños. Seguiremos de cerca este proyecto, deseándoles el mayor éxito y que las generaciones futuras mexicanas sean los agentes de cambio que tanto necesita México y el mundo.
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Vía: WeForum
Imagen: Freepik
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