
El cambio climático sigue dejando huella en el planeta, y las cifras más recientes sobre la cobertura de hielo marino son una prueba alarmante de ello.
De acuerdo con el observatorio climático Copernicus, en febrero de 2025 se registró una extensión mínima récord de 16,04 millones de kilómetros cuadrados, con temperaturas que alcanzaron los 11 grados Celsius en algunas regiones el día 7 de ese mes. Este nuevo umbral refuerza la tendencia de temperaturas récord que ha caracterizado los últimos años.
El hielo marino de la Antártida se situó un 26% por debajo del promedio histórico en febrero, mientras que en el Ártico, donde se espera un máximo invernal en marzo, la cobertura fue un 8% inferior al promedio del mes.
Según Simon Josey, profesor del Centro Nacional de Oceanografía del Reino Unido, estos cambios en ambos polos representan una "seria preocupación" debido a su impacto en el clima global.
"Una de las consecuencias de un mundo más cálido es el derretimiento del hielo marino. Esto no solo altera los ecosistemas polares, sino que también afecta los patrones climáticos globales y acelera el calentamiento del planeta”, explicó Samantha Burgess, del Centro Europeo de Pronósticos Meteorológicos a Medio Plazo.
A nivel mundial, febrero fue 1,59 grados Celsius más cálido que los niveles preindustriales, convirtiendo al trimestre diciembre-febrero en el segundo más caluroso registrado.
Aunque algunas regiones, como partes de América del Norte y Europa del Este, experimentaron temperaturas bajo el promedio, otras zonas como el norte de Chile y Argentina, el oeste de Australia y el suroeste de Estados Unidos y México registraron anomalías térmicas significativas.
Los científicos esperaban que el calor global disminuyera tras el final del fenómeno de El Niño, que alcanzó su pico en enero de 2024. Sin embargo, las temperaturas han continuado en niveles récord o cercanos a récord.
La Organización Meteorológica Mundial señala que el fenómeno de La Niña, que normalmente tendría un efecto de enfriamiento, ha sido débil y probablemente concluirá pronto.
¿Qué pensamos en #PlanetaB? Una señal que no puede ser ignorada
La pérdida de hielo marino no es solo una estadística preocupante; es un síntoma de una crisis climática en desarrollo.
La velocidad con la que se están batiendo récords térmicos sugiere que los impactos del calentamiento global pueden estar evolucionando más rápido de lo previsto.
Ante este escenario, la pregunta clave no es si debemos actuar, sino si las medidas actuales son suficientes y lo suficientemente rápidas para mitigar las consecuencias a largo plazo.