El Sistema Cutzamala ha mostrado una notable recuperación en el último mes de la temporada de lluvias, alcanzando un almacenamiento de 491.9 millones de metros cúbicos.
Aunque la tendencia es positiva y se espera que la próxima semana se llegue a los 510 millones de metros cúbicos, el déficit aún persiste en un 17.6% respecto al promedio histórico.
"Tenemos un almacenamiento de 491.9 millones de metros cúbicos y la tendencia a la siguiente semana es a la alza", explicó Citlalli Peraza, directora del Organismo de Cuenca Aguas del Valle de México (OCAVM).
Las lluvias intensas de septiembre, impulsadas por fenómenos ciclónicos, han sido claves para esta recuperación. Aun así, estamos lejos de la capacidad total de 648 millones de metros cúbicos, y el impacto de los tres años previos de sequía aún se siente.
El aumento en el almacenamiento permitió que el Cutzamala incrementara su aportación a la Zona Metropolitana del Valle de México en un 29%.
Los municipios conurbados y la Ciudad de México recibieron 8,391 litros por segundo en la primera semana de octubre, superando los 6,497 litros por segundo registrados en septiembre.
Además, se pudo trasvasar caudales de la presa El Bosque hacia la Presa Valle de Bravo, que había estado al límite por la escasez, afectando incluso el turismo en la zona.
Dentro de la Ciudad de México, también se han registrado lluvias intensas, alcanzando 731 milímetros, superando el promedio histórico de 718 milímetros de 1981 a 2023.
“Se rompió el récord de mayor cantidad de protocolos activados desde 2013. En esta temporada de lluvias ya llevamos 31 activaciones", añadió Peraza, destacando el protocolo que se activó recientemente en Milpa Alta por una tromba.
¿Qué pensamos en #PlanetaB?
Aunque los avances son alentadores, no podemos ignorar que este déficit de 17.6% refleja un problema estructural más profundo.
La falta de inversión en infraestructura para evitar fugas y modernizar la red de distribución es un tema urgente.
Por mucho que las lluvias ayuden a la captación, si no se atacan las pérdidas por fugas y la mala gestión de los recursos hídricos, difícilmente podremos solventar las necesidades de agua en 2025. Este es un llamado a actuar más allá de depender de las lluvias, para que el agua disponible llegue efectivamente a quienes la necesitan.
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Imagen: ADN
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