UNAM alerta sobre un considerable deterioro en la Cuenca del río Usumacinta, la región con mayor diversidad en México
Quien haya puesto sus ojos en el río Usumacinta sabrá sobre la grandiosidad de este río y lo que significa para México y Centroamérica.
Usumacinta, que se traduce como "lugar de monitos", es un río que se forma en las partes altas de la Sierra Madre, específicamente en el Departamento de Totonicapán, en Guatemala, y desemboca en el golfo de México. Su longitud es de 1123 km y es el río más caudaloso de México y Centroamérica y el río más largo de Centroamérica
La llamada Cuenca del Usumacinta tiene un área de 106 mil kilómetros cuadrados en el estado de Tabasco y la parte noreste del estado de Chiapas, en México, y se extiende hasta Guatemala en los departamentos de Quiché, Huehuetenango, Alta Verapaz, y El Petén en el noroeste de Guatemala, en donde habitan cerca de 5.3 millones de personas
Tan siquiera en la sección mexicana, esta cuenca es la región con mayor biodiversidad de México, pero actualmente padece un alto deterioro social y ambiental: estragos de deforestación, pobreza extrema, tráfico de madera, armas y drogas, entre los problemas más apremiantes.
La bióloga Julia Carabias Lillo, doctora honoris causa por la UNAM y profesora de la Facultad de Ciencias, afirma que este deterioro no es nuevo y se ha venido dando con el paso de los años y la falta de acciones políticas.
Carabias participó en el seminario internacional virtual “Tópicos de Frontera en la Sustentabilidad”, dedicado al tema Gobernanza y Sustentabilidad en Regiones Transfronterizas.
“...Esta zona ocupa el 1.5 por ciento del territorio nacional, y contiene mil 173 especies de vertebrados, 50 por ciento de las aves que existen en el país y 30 por ciento de los mamíferos…”, aseguró Carabias en un comunicado la UNAM.
Además, continuó, habitan el 50 por ciento de las mariposas diurnas, 77 especies de peces, cinco mil 162 de plantas y 22.14 por ciento de la flora conocida para México.
“...La cuenca del Usumacinta es estratégica para Mesoamérica por su biodiversidad y servicios ecosistémicos, pero no representa un eje para su desarrollo. Hay una ocupación desordenada, con poca población originaria, la mayoría campesinos migrantes de otros lugares en condiciones de pobreza...”, dijo en el evento.
Carabias consideró que la cuenca del Usumacinta no tiene atención integral ni planeación. Existen programas gubernamentales sueltos, aislados y sin seguimiento; igualmente reinan las ocurrencias de desarrollo sin continuidad alguna o criterios ambientales; lo que termina creando un problema social y ambiental.
Esta zona compartida por México, Guatemala y Belice, tiene 5.3 millones de habitantes, 3.5 millones en Guatemala y 1.8 millones en México, de los cuales una tercera parte son indígenas que viven en alta marginación, puntualizó.
En el acto dedicado al tema, reiteró que entre las presiones externas en la zona destacan la ocupación ilegal de tierras, la migración, el narcotráfico y el contrabando de ganado, madera y armas.
“Todavía tiene buena calidad ambiental, pero las tendencias de deterioro se agudizan como consecuencia de sistemas socioeconómicos insostenibles y actividades productivas ineficientes que degradan el medio ambiente y no contribuyen a mejorar las condiciones de vida de su población. Aun así, posee un valor único por su patrimonio natural y cultural…”, expresó.
Entre los desafíos para preservar la cuenca, mencionó reducir la deforestación, evitar la eutrofización (sobre enriquecimiento de nutrientes) de sistemas acuáticos por escurrimiento de aguas residuales y desechos de actividades productivas, reducir la pérdida de especies, restaurar zonas estratégicas y conservar el patrimonio biocultural.
La cuenca del Usumacinta enfrenta grandes desafíos, sociales y ambientales, y es responsabilidad no solo del gobierno, sino de la sociedad el crear oportunidades para mejorar la calidad de vida de las personas que habitan la región y conservar su valor ambiental.
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Vía: Agencias
Imagen: Alfonso Bouchot
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