Las promesas del gobierno valen poco, más si eres Pemex. En el 2006, la paraestatal mexicana Pemex prometió dejar intacta el área donde hoy se está construyendo la refinería de Dos Bocas.
Estamos en la era de las energías renovables, al menos el mundo, pero en México se gasta el presupuesto público en una refinería que costará más de lo estimado, que está retrasada y que se está construyendo en una zona que se había prometido proteger por la misma empresa que está haciendo la refinería.
El proyecto del presidente López Obrador ha estado lleno de inconsistencias e imprecisiones, pero esto ya raya en una tragicomedia.
En el 2006, Petróleos Mexicanos (Pemex) se comprometió a preservar el área que incluía un bosque de manglares a cambio del derecho a perforar en las cercanías.
La Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) otorgó a Pemex permiso para desarrollar yacimientos de petróleo y gas durante 20 años con la condición de que no construyera nada nuevo en áreas cercanas que cuenten con flora y fauna poco habitual, según los archivos.
El área albergaba cuatro tipos de manglares, un árbol costero que absorbe más carbono que la mayoría de los árboles y protege contra las inundaciones, así como 23 especies de animales protegidos, indicó Pemex en su manifestación de impacto ambiental del área en 2006.
La conservación de la vegetación costera "debe ser considerada como prioritaria", escribió Pemex en la manifestación de impacto ambiental. La paraestatal prometió que todos los manglares estarían en una zona denominada “Uso Restringido" donde la empresa no construiría ni realizaría actividades distintas del mantenimiento de las instalaciones existentes.
“Pemex no podrá desarrollar obras y actividades en las zonas donde existan manglares y varios otros tipos de vegetación y deberá cumplir con todas y cada una de las medidas de prevención y mitigación que propuso en la manifestación de impacto ambiental”, esto dijo la Semarnat en el 2007 al otorgar su aprobación condicional para operar los depósitos.
Las coordenadas de mapas satelitales del área que figuran en los documentos y que fueron verificadas para Bloomberg por Planet Labs Inc., un proveedor de servicios de imágenes satelitales con sede en San Francisco, además de mapas, no dejan lugar a la ambigüedad: la refinería se encuentra dentro del área protegida.
El compromiso de abstenerse de desarrollar el terreno parece seguir vigente, según cuatro abogados ambientales consultados por Bloomberg News: Fernanda Velasco y Adriana Miranda, quienes trabajaron como reguladoras del Gobierno; Daniel Basurto, excoordinador de la Comisión de Derecho Ambiental de la Barra Mexicana Colegio de Abogados; y Gustavo Alanis, director del Centro Mexicano de Derecho Ambiental (Cemda).
"Pemex está obligado a llevar a cumplirlas (las condiciones de Semarnat) durante la vigencia del proyecto (de 20 años)", dijo Velasco.
Basurto dijo que la obligación de Pemex de conservar el área podría haber sido reemplazada, teóricamente, por un acuerdo o directriz posterior, pero no conocía ningún cambio de ese tipo.
Ni Pemex ni la Secretaría del Medio Ambiente respondieron a varias solicitudes de comentarios. La Oficina del Presidente declinó comentar.
López Obrador ha prometido reavivar a la endeudada Pemex como motor de la economía mexicana... (vaya patraña) y considera que la refinería es fundamental para ese proyecto y para brindar seguridad energética al País.
"Queremos ser autosuficientes", dijo AMLO cuando visitó el sitio el año pasado. ¿Autosuficientes? que le parece la inversión en renovables Sr. Presidente, eso sí sería hablar de desarrollo sostenible, no una refinería innecesaria.
Los mismos pobladores no quieren la refinería, y esto quedó claro cuando el municipio donde está ubicado, rechazaron a Morena en las elecciones locales del mes pasado. El partido gobernante perdió su control sobre la alcaldía de la localidad a manos del PRD, partido al que alguna vez perteneció AMLO.
El proyecto ha tenido problemas. Se suponía que estaría en funcionamiento en 2022, pero el plan más reciente de Pemex es que comience a operar en su totalidad en 2023. Muchos economistas pensaron que el precio fijado de 8 mil millones era demasiado alto. Las últimas proyecciones sugieren que el costo será de más de 10 mil millones.
El impulso de AMLO para reactivar empresas estatales de energía a menudo se ha desarrollado a expensas del medio ambiente. Una serie de proyectos de energía renovable se han visto obstaculizados, mientras la empresa estatal quema combustóleo con alto contenido de azufre y luego de que, el año pasado, se reabriera una planta de carbón.
Un estudio de 2008 realizado por el estatal Instituto Mexicano del Petróleo (IMP) para Pemex reveló que Dos Bocas era el peor de siete potenciales sitios considerados para una nueva refinería debido a razones ambientales y sociales, incluida la presencia de manglares y el riesgo de inundaciones. Pero síganle el circo al presidente
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Vía: Bloomberg
Imagen: Bloomberg
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