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Bosques del mundo no lograron frenar emisiones climáticas en 2023; No podemos contar con que los ecosistemas nos rescaten en el futuro

Los bosques y otros ecosistemas terrestres absorben en promedio casi un tercio de las emisiones anuales procedentes de combustibles fósiles, la industria y otras actividades humanas. 


Sin embargo, en 2023, estos ecosistemas no lograron mitigar el cambio climático, ya que la intensa sequía en la selva amazónica y los incendios forestales récord en Canadá mermaron su capacidad natural para absorber dióxido de carbono, según un estudio presentado el lunes.


Esto significa que una cantidad récord de dióxido de carbono ingresó a la atmósfera de la Tierra el año pasado, exacerbando el calentamiento global, según los investigadores.


La vegetación terrestre desempeña un papel crucial en la mitigación del cambio climático al absorber grandes cantidades de dióxido de carbono, el principal gas de efecto invernadero responsable del calentamiento global. 


Sin embargo, en 2023, ese sumidero de carbono colapsó, señaló Philippe Ciais, coautor del estudio y miembro del Laboratorio de Ciencias del Clima y del Medio Ambiente (LSCE) en Francia.


"El sumidero es una bomba y estamos bombeando menos carbono de la atmósfera a la tierra", dijo Ciais en una entrevista. De repente, la bomba se está ahogando y está bombeando menos. Como resultado, la tasa de crecimiento del dióxido de carbono en la atmósfera aumentó un 86% en 2023 en comparación con 2022”, informaron los investigadores.

El estudio, liderado por científicos de la Universidad de Tsinghua en China, la Universidad de Exeter en Inglaterra y el LSCE, fue presentado en la Conferencia Internacional sobre Dióxido de Carbono en Manaus, Brasil. 


Las temperaturas récord a nivel mundial, que secaron la vegetación de la Amazonia y otras selvas tropicales, impidieron que estos bosques absorbieran más carbono y alimentaron incendios récord en Canadá, según el estudio.


"Imagínese sus plantas en casa: si no las riega, no son muy productivas, no crecen, no absorben carbono. Pongamos eso en una escala tan grande como la selva amazónica", explicó Stephen Sitch, coautor del estudio y experto en carbono de la Universidad de Exeter. 

Aunque el estudio aún está en proceso de revisión por pares en una revista académica, tres científicos que no participaron en la investigación dijeron a Reuters que sus conclusiones eran sólidas. Indicaron que las caídas en los sumideros de carbono terrestres tienden a ocurrir en años afectados por el fenómeno climático de El Niño, como 2023. Sin embargo, las temperaturas récord impulsadas por el cambio climático hicieron que la caída del año pasado fuera particularmente extrema.


Además, las consecuencias de esta disminución son más graves que en el pasado porque ahora los humanos están emitiendo más dióxido de carbono que nunca. Los científicos advirtieron que el sumidero de carbono de la Tierra varía ampliamente de un año a otro y que un solo año no será catastrófico, pero señalaron que sería alarmante si lo observado en 2023 se convirtiera en una tendencia.


"Esto es una advertencia", afirmó Richard Birdsey del Centro de Investigación Climática Woodwell en Estados Unidos, quien no participó en el estudio. "Hay una buena posibilidad de que años como 2023 sean más comunes".

Cuanto menos carbono absorban los ecosistemas terrestres, menos combustibles fósiles podrá quemar el mundo antes de que la humanidad supere los objetivos climáticos globales, dijo Anthony Walker, modelador de ecosistemas del Laboratorio Nacional de Oak Ridge en Estados Unidos, quien no participó en el estudio.


"No podemos contar con que los ecosistemas nos rescaten en el futuro", advirtió Trevor Keenan, un científico de ecosistemas de la Universidad de California en Berkeley que no participó en el estudio.

¿Qué pensamos en #PlanetaB?


La incapacidad de los bosques para absorber las emisiones de carbono debe servir como una señal de alerta sobre la fragilidad de los sumideros naturales ante los extremos climáticos. 


La creciente frecuencia e intensidad de eventos como sequías e incendios forestales, exacerbados por el cambio climático, pone en peligro uno de los mecanismos naturales más importantes para mitigar el calentamiento global. 


Esta situación subraya la urgencia de implementar políticas más ambiciosas y efectivas para reducir las emisiones de carbono y proteger nuestros ecosistemas. 


No podemos seguir dependiendo de la capacidad de la naturaleza para corregir los daños causados por nuestras propias acciones; es imperativo que tomemos medidas decisivas y concertadas para evitar que esta tendencia se convierta en la nueva norma.


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