
La secretaria de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), Alicia Bárcena Ibarra, concluyó su intervención en el Foro Económico Mundial de Davos, Suiza, donde llevó la bandera de la política ecológica y ambiental humanista del Gobierno de México.
Entre los ejes presentados destacaron el Plan México y los proyectos de economía circular como motores para un desarrollo sostenible que priorice el bienestar humano y el medio ambiente.
Durante cinco días, Bárcena sostuvo reuniones con líderes gubernamentales, organismos internacionales y representantes empresariales, consolidando compromisos para enfrentar el cambio climático y otros desafíos globales.
En sus intervenciones, subrayó la importancia de las comunidades como agentes de cambio y la necesidad de reconstruir el tejido social para acelerar avances ambientales que han sido limitados en los últimos diez años tras el Acuerdo de París.
El Plan México, uno de los proyectos estelares presentados, propone un portafolio de inversiones nacionales y extranjeras por 277 mil millones de dólares, impulsando 2 mil proyectos de infraestructura como trenes, carreteras y polos de desarrollo. Bárcena destacó que estas iniciativas no solo generan empleos, sino que garantizan la protección ambiental, un equilibrio que busca posicionar a México como un ejemplo en la región.
Además, resaltó los avances del país en economía circular, restauración de manglares y protección de bosques bajo el Programa Nacional de Restauración y el Acuerdo Nacional Hídrico.
También presentó los sectores clave para la descarbonización nacional —incluidos la construcción, los residuos y la electromovilidad— y la ambición de implementar vehículos híbridos en las principales ciudades para 2027, en colaboración con la industria automotriz y alianzas público-privadas.
En el plano social, Bárcena enfatizó los logros en paridad de género, destacando que México tiene la primera presidenta en su historia, Claudia Sheinbaum, y reformas políticas que han asegurado la integración de mujeres en el 50% del Congreso. Estas acciones, dijo, reflejan un cambio de paradigma en el liderazgo político del país.
Por último, la funcionaria sostuvo reuniones bilaterales con figuras como el ministro de Relaciones Exteriores de Chile, Alberto van Klaveren, y la directora ejecutiva del Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente, Inger Andersen, consolidando la posición de México en foros internacionales clave.
¿Qué pensamos en #PlanetaB, México hizo un buen papel en Davos?
La participación de Alicia Bárcena en Davos dejó en claro que México apuesta por un discurso ambicioso, donde el desarrollo económico y la sostenibilidad van de la mano. Sin embargo, hay aspectos que merecen un análisis más profundo.
Si bien la presentación del Plan México y los compromisos de descarbonización proyectan optimismo, el verdadero reto está en su implementación y en demostrar que estas promesas trascienden el foro.
Es importante destacar que el énfasis en la economía circular y las energías limpias es alentador, pero también genera preguntas sobre los tiempos y recursos necesarios para cumplir con estas metas.
Además, el contexto político y económico interno —como la dependencia de combustibles fósiles o los desafíos de gobernabilidad— podrían frenar el impacto esperado de estas iniciativas.
México logró proyectarse como un país comprometido con el cambio climático y la equidad social, pero el éxito de su participación en Davos dependerá de su capacidad para traducir discursos en resultados tangibles a nivel nacional e internacional. El liderazgo ambiental y humanista de México será realmente sólido cuando sus avances sean medibles y replicables.
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