Guerrero está creando un grave problema ambiental al tener en el abandono al menos 21 de sus plantas de tratamiento de aguas residuales. El problema no es reciente, pero tampoco se han creado soluciones para mitigarlo.
La paralización de estas plantas ha originado problemas de contaminación, ya que las aguas sucias que provienen de las casas y negocios van a dar a arroyos o ríos y finalmente al océano.
Si bien las plantas fueron construidos con recursos públicos estatales, la operación y responsabilidad radica en cada uno de los ayuntamientos, los cuales han abandonado las plantas por los altos costos de operación.
La planta de Huamuxtitlán, municipio ubicado en la zona de La Montaña, se construyó en 2010 con una inversión de 6.9 millones de pesos, en la cual se pagaba bimestralmente entre 60 mil y 80 mil pesos a la CFE, pero dejó de funcionar en agosto de 2018.
Eva Leonor Pérez Romero, encargada de la planta, contó que las aguas negras que llegan a esta obra se van a un canal y después corren hacia el río Tlapaneco.
Recordó que cuando la tratadora funcionaba, los residuos se iban a los sembradíos de arroz de la comunidad, por lo que los campesinos resultaban beneficiados.
Para poder rehabilitarla, aseguró, se requieren mínimo 5 millones de pesos. El Ayuntamiento ya solicitó el auxilio financiero del Gobierno estatal, pero hasta el momento no ha obtenido una respuesta; una solución para disminuir el consumo de energía sería instalar paneles solares.
En la de Xochistlahuaca, de la región Costa Chica, se invirtieron 25 millones de pesos en su construcción, pero el Alcalde Daniel Néstor Sánchez reportó que la planta está "tirada" desde la pasada administración.
En Tierra Caliente se construyeron nueve plantas durante la administración del perredista Zeferino Torreblanca, pero ya solo funcionan dos, ubicadas en los municipios de Ajuchitlán del Progreso y San Miguel Totolapan.
En tanto, en Chilpancingo la planta construida en 2011 fue devastada por la tormenta tropical "Manuel" y el huracán "Ingrid".
La Conagua la reconstruyó, sin embargo, alrededor de 200 litros por minuto de aguas tratadas son descargadas en el caudal del río Huacapa, el cual está contaminado y que cruza la localidad de Petaquillas, a una distancia de 10 kilómetros de la capital.
Roberto Reyes González, encargado de esta planta, señaló que el 100 por ciento del agua tratada no se descarga en los sembradíos de riego, como era el proyecto original, porque a esta obra le falta infraestructura.
Los pobladores piden rehabilitar las obras ya que estos se ven beneficiados al usar el agua tratada para sus cultivos.
En 2009, la Comisión de Agua Potable, Alcantarillado y Saneamiento del estado informó que la red sanitaria y la planta en la que se invirtieron 30 millones de pesos ya estaba terminada. Sin embargo, en 2011, la propia dependencia reveló las irregularidades en esta obra y prometió realizar una investigación.
En una inspección que se realizó en la obra por parte de autoridades estatales se detectó que habían desaparecido 32 metros de tubería, 12 pozos-caja, azolvadas y el equipo de bombeo.
El problema viene de años atrás, cosa que Morena ya sabía y de hecho cuando estaba en campaña política, se llevó a cabo una asamblea a la que convocaron los dirigentes de Morena, quienes les prometieron reactivar la tratadora.
"...Ya pasó más de un año, ganó López Obrador, y todavía seguimos esperando...", reprocha un campesino local.
En Acapulco el problema es mayor, la Comisión de Agua Potable y Alcantarillado de Acapulco afirmó que 6 de las 19 plantas de tratamiento de aguas negras del municipio no están operando.
El ambientalista Ignacio Vázquez señaló que muchas de estas plantas están contaminando el medio ambiente en el entorno donde están instaladas.
Esta situación se refleja en la planta La Mira-Potrerillo, ubicada en la zona poniente de Acapulco, la cual descarga diariamente al mar aproximadamente 700 mil litros de aguas no tratadas.
Mientras el gobierno actual siga culpando a los gobiernos pasados de la mala gestión y no haga nada para resolver los desafíos que presenta el país, México continuará en debacle y el medio ambiente será el gran perdedor.
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Vía: Agencias Imagen: La Jornada