Somos la especie que está poniendo a las demás en peligro de extinción. Es lamentable que a pesar de las advertencias de organismos mundiales, reportes e informes sobre el declive de la población de animales, continuamos nuestras vidas de forma ‘usual’.
Las estadísticas sobre las especies amenazadas se ven sombrías. Un nuevo informe de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN) agregó más de 9,000 nuevas adiciones a su Lista Roja de especies amenazadas, elevando el número total de especies en la lista a más de 105,000 por primera vez; la sobrepesca, la caza y el desarrollo agrícola y minería principales responsables.
La organización utilizó rigurosos criterios para evaluar a las 105,732 especies, una a una. El análisis encontró que el 27% de la lista, 28,338 especies diferentes, están en riesgo de extinción.
La UICN organiza este grupo en tres categorías diferentes: en peligro crítico, en peligro o vulnerable. Para empeorar las cosas, otras 6,435 especies entraron en la categoría de casi amenaza y 873 especies ya se extinguieron desde el año 1500.
Si bien, hace dos meses la ONU había estimado que 1 millón de plantas y animales estaban en peligro de extinción, la Lista Roja solo ha evaluado, formalmente, con rigurosos estándares el 1% de animales, hongos y plantas. A medida que más especies sean evaluadas, sin duda el número crecerá.
Los más vulnerables son los anfibios, pues forman parte del 40% de las especies analizadas. Luego, las coníferas (34%), los corales (33%), los tiburones y las rayas (30%), los crustáceos (27%), los mamíferos (25%) y las aves (14%).
“...La naturaleza está disminuyendo a tasa sin precedentes de la historia de la humanidad...”, afirmó Jane Smart, directora global del grupo de Conservación de la Biodiversidad de la UICN.
El alcance del problema es global. Recorre toda la gama desde las profundidades de los océanos hasta los picos de las montañas. La destrucción hecha por el hombre es el principal impulsor de la disminución de las especies de plantas y animales.
En el caso de los mamíferos, los primates son quienes se hallan más amenazados, puesto que siete de ellos, seis de ellos de África, son amenazados por la caza y la deforestación, actividades netamente humanas.
Sobre los animales marinos, según la UICN el pez guitarra y las rayas de la familia Rhinidae son los peces más amenazados del mundo. Y entre las rayas, hay dos familias al borde de la extinción debido a la sobrepesca en las regiones del océano Índico, Pacífico occidental, Atlántico oriental y el mar Mediterráneo para la elaboración de sopas de aletas.
Otra de las especies marinas que aparecen este año en la lista son los peces linterna bioluminiscentes. A pesar de que ellos viven a más de 1000 metros de profundidad se encuentran amenazadas por las industrias petroleras, de gas y mineras que desarrollan sus actividades en aguas profundas.
Según la UICN, las especies de agua dulce de Japón y México también se hallan al borde de la extinción debido a la contaminación de los ríos en el campo y el ámbito urbano, además de la construcción de diques y presas.
“...La pérdida de dichas especies pondría en peligro una fuente de alimentos e ingresos. Necesitamos urgentemente políticas sobre el uso humano de las aguas dulces que tenga en cuenta las necesidades de muchas otras especies que comparten estos ecosistemas...”, advirtió William Darwall, director de la Unidad de Biodiversidad de Agua Dulce de la UICN.
En la flora, más de 5000 árboles y hongos de 180 países integran la Lista Roja de la UICN. En su caso, según la institución, se hallan amenazados por la explotación maderera y el tráfico ilegal de productos silvestres.
En cuanto a los hongos, el número de especies de este tipo en peligro de extinción llega a las 79. Ello significa que ha duplicado su cifra en los últimos años.
“...Las cosas no están mejorando, sino que están empeorando. El futuro de la humanidad – alimentos, agua dulce, agua potable, aire limpio – depende en gran medida de que se mantenga la biodiversidad que nos rodea...”, advierte Craig Hilton-Taylor, jefe de la unidad de la Lista Roja de la UICN.
La realidad es que países, estados, empresas y sociedad civil deben actuar urgentemente para detener la sobreexplotación de la naturaleza y respetar y apoyar a las comunidades locales y los pueblos indígenas para fortalecer los medios de vida sostenibles, de otra forma estamos condenados a nuestra propia extinción. __ Vía: Agencias Imagen: IUCN