¡Oh líderes mundiales, cuántas sorpresas nos dan!, uno pensaría que al ser presidente o líder de un país, tendrías las mejores intenciones para mejorarlo y fomentar un progreso sostenido; pero es ahí mismo, en las intenciones, donde todo se vuelve un claro-oscuro.
Tenemos el ejemplo de Jair Bolsonaro, el actual presidente de Brasil, quien ha tendido diferentes declaraciones y acciones que ponen en duda no sólo sus intenciones, sino su empatía con el mundo y la humanidad, todo por querer sacar unos dólares a cambio de la destrucción de una majestuosa selva.
El consejo de seguridad del presidente Jair Bolsonaro dijo en una entrevista que la gestión de la selva tropical más grande del mundo es un asunto brasileño y los extranjeros deben dejar de inmiscuirse en la Amazonía… ¿quién dijo que era de ustedes?, el planeta no les pertenece, la naturaleza es de todos y un atentando contra ésta es un atentando contra cada uno de quienes vivimos en este mundo.
"....No acepto esta idea de que el Amazonas es patrimonio mundial, esto no tiene sentido. El Amazonas es brasileño, es patrimonio de Brasil y debe ser tratado por Brasil en beneficio de Brasil...", dijo el general Augusto Heleno Pereira en una entrevista en Brasilia.
Estas declaraciones son de una mente cerrada y pequeña, de una persona que no tiene empatía con la humanidad y que solo busca un beneficio personal.
Los comentarios de Pereira parecen extraídos del propio Bolsonaro ya que coinciden con los planes del gobierno para revisar las áreas de conservación existentes en medio de la creciente presión de los grupos de presión de la minería y la agricultura.
Bolsonaro canceló un viaje a Nueva York después de que el alcalde Bill de Blasio y los activistas criticaran al presidente por cuestiones sobre su postura hacia la selva amazónica, ya que científicos conservacionistas afirman que es clave para el debate sobre el cambio climático.
Desde que Bolsonaro tomó el poder en enero de este año, las promesas de campaña para facilitar regulaciones a favor de la explotación de selva amazónica se han ido cumpliendo. Pero existe una presión de grupos ecologistas y pro-indígenas que de acuerdo con el presidente “están obstaculizando a los agricultores y la industria minera”.
Este mes, ocho ex ministros de medio ambiente brasileños advirtieron en una carta abierta que Bolsonaro está desmantelando las protecciones ambientales y dañando la imagen del país en el extranjero.
El actual ministro de Medio Ambiente, Ricardo Salles, respondió que su oficina ha mantenido su autonomía y que las ONG son las que dañan la reputación de Brasil.
"...Tenemos la capacidad de llevar a cabo un desarrollo sostenible en la Amazonía sin dañar al resto del mundo. Ahora, no puedo aceptar que el resto del mundo nos de lecciones sobre el Amazonas…”, dijo Pereira.
Debería aceptar lecciones, principalmente en desarrollo sostenible, pero también en empatía humana y medioambiental, pero ese tipo de lecciones no dejan dinero, así que posiblemente las desdeñe, así como menosprecia nuestro mundo.
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Vía: Bloomberg Imagen: Getty Images / LeoFFreitas