La Organización de las Naciones Unidas para la alimentación y la Agricultura (FAO) advirtió que los niveles de agua dulce a nivel mundial están disminuyendo a un ritmo alarmante; este recurso es esencial para la producción agrícola y la seguridad alimentaria.
Se estima que para el 2025, a solo 6 años más, dos tercios de la población mundial vivirá con estrés hídrico, esto es: que no tendrán los recursos necesarios para solventar la demanda requerida.
Se puede llegar a usar o requerir hasta 5 mil litros para producir alimentos de 1 día para 1 persona; esto dependiendo de la dieta de cada persona.
La FAO exhorta a la comunidad mundial a utilizar de forma eficiente los recursos hídricos ya que la agricultura representa casi un 70 por ciento de todas las extracciones de agua y hasta un 95 por ciento en ciertos países en desarrollo.
En una actualización del artículo "Escasez de agua: Uno de los grandes retos de nuestro tiempo", la Organización señala que dependiendo de la dieta, se requieren de 2 mil a 5 mil litros de agua para producir los alimentos que consume al día una persona.
En este sentido, es importante analizar nuestros hábitos alimenticios ya que una dieta que tiene grandes cantidades de carne y lácteos requiere de más recursos naturales que una dieta vegana, vegetariana o baja en carne roja.
Si continuamos con los patrones actuales de consumo, dos tercios de la población mundial podrían estar viviendo con estrés hídrico para 2025.
"...Está previsto que la población mundial alcance los 10 mil millones de personas en 2050, y por tanto que aumente la demanda de alimentos y, con ella, la demanda de agua. Si no cambiamos nuestros hábitos ahora, la demanda mundial de agua podría aumentar un 50 por ciento para 2030…”, alertó la FAO
Por otro lado, debido al cambio climático y el aumento de temperaturas, se espera que la escasez de agua se agrave e intensifique en diversos puntos del planeta.
La FAO invita a mejorar la eficiencia en el uso del agua y la productividad agrícola, así como tomar medidas para recolectar y reutilizar los recursos de agua dulce y aumentar el uso seguro de las aguas residuales.
La FAO trabaja con distintos países para que la agricultura sea más eficiente sobre todo en comunidades marginadas, un ejemplo es la aldea de Corredor Seco en Guatemala, donde antes de que la organización interviniera y construyera depósitos de agua de lluvia los agricultores perdían sus cosechas por la sequía; ahora cultivan huertos y crian peces y caracoles.
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Vía: FAO Imagen: FAO