Quizás hay quienes no les preocupe la inminente extinción de la vaquita marina como al actual presidente de México, quien no ha realizado acciones que ayuden a la recuperación de la marsopa más pequeña y del que sólo quedan entre 6 y 22 ejemplares; pero posiblemente las consecuencias económicas si sean del interés general.
De acuerdo con la organización Sea Shepherd, se han detectado más de 70 pangas (pequeñas embarcaciones de fondo chato) cada noche en el área de protección de la vaquita marina; principalmente en búsqueda del pez Totoaba.
Anteriormente los pescadores tenían acceso a un apoyo gubernamental ya que se había establecido un período de veda; pero al entrar la nueva administración, estos apoyos fueron eliminados y la pesca ilegal creció en el refugio de la marsopa.
Sea Shepherd sólo identificaba 10 embarcaciones por noche antes de que la actual Administración eliminará en enero estas compensaciones, ahora son hasta 70 pangas las que circulan.
"...Sabemos que están matando a la vaquita. Hace dos semanas tuve en mis manos una de las últimas vaquitas que encontramos enredada en una red...", informó el navegante Jack Hutton durante la presentación en el Senado del documental "Sea of Shadows".
Sergio Sánchez, subsecretario de Gestión para la Protección Ambiental de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), confirmó que el Gobierno Federal no mantendrá las compensaciones.
"...En los últimos años se dedicaron al pago de compensaciones $1,500 millones de pesos. Se decidió no continuar con las compensaciones porque no han sido efectivas: el hecho de que se hayan pagado estas compensaciones, que se haya pagado por no pescar, no ha significado que la pesca ilegal disminuya y que la vaquita sea protegida...", aclaró.
El funcionario indicó que para atender a las comunidades de San Felipe, en Baja California, y Santa Clara, en Sonora, se otorgaron permisos para pescar curvina durante esta temporada… ¿esta es realmente la mejor opción?, claramente no.
El problema reside entre la legalidad e ilegalidad. Líderes pesqueros han solicitado un mayor esfuerzo del gobierno para que detengan la pesca ilegal ya que la pesca legal no tiene forma de competir contra la ilícita.
Carlos Tirado, representante de la Federación Regional de Sociedades Cooperativas de Pescadores de la Reserva de la Biósfera, dice que un pescador en regla vende un kilogramo de curvina por $20 pesos, mientras el ilegal lo vende a mitad de precio.
"...La corrupción fortaleció la pesca ilegal y sepultó la forma tradicional de trabajo. En lugar de rescatar la pesca legal, pretenden convertirnos en agricultores, ganaderos o cualquier cosa que nos aleje del mar. Eso es inaceptable...", reclamó.
Por otro lado, México enfrenta la amenaza del embargo de camarón y curvina si desaparecen la vaquita marina y la totoaba, especies en peligro crítico de extinción.
En el 2018, en respuesta a una demanda presentada por grupos conservacionistas, la Corte Internacional de Comercio de Estados Unidos ordenó a la administración de Trump prohibir las importaciones de pescados y mariscos de México que son capturados con redes agalleras que capturan y matan a la vaquita marina en peligro crítico de extinción..
En caso de que se implemente, la prohibición de importación incluye todos los pescados y productos del mar derivados de la pesca comercial de México que utilizan redes agalleras dentro del rango de distribución de la vaquita marina en el Alto Golfo de California; incluyendo camarón, curvina, sierra y chano de la región.
Las redes agalleras que se tienden en el agua de manera indiscriminada, capturan peces y otras criaturas marinas, incluyendo a la vaquita. Se estima que en 2017 se capturaron más de 1,400 toneladas de pescado con redes de enmalle. Ahora se ha prohibido el camarón, con un valor de aproximadamente 16 millones de dólares, que cruza la frontera para ser consumido en los Estados Unidos.
“...Con la vaquita en el borde de la extinción, estas sanciones económicas son dolorosas, pero necesarias para presionar a las autoridades mexicanas de proteger finalmente a estas pequeñas marsopas...”, dijo Sarah Uhlemann, directora del programa internacional en el Centro para la Diversidad Biológica.
“...Durante 20 años el gobierno mexicano ha prometido salvar a la vaquita, pero ha fallado en tomar una acción significativa. Eso tiene que cambiar o perderemos estos animales para siempre...”, dijo Uhlemann.
La Iniciativa para la sustentabilidad en el norte del Golfo de California, que presentaron la Semarnat y la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader) el mes pasado, también busca evitar el embargo, afirmó.
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Vía: Agencias Imagen: