top of page

Bolsonaro llama a inversionistas para explotar recursos naturales del Amazonas


Bolsonaro amenaza el Amazonas

Se tenía una idea general de lo que pasaría en caso de Jair Bolsonaro terminara como presidente de Brasil, incluso en su campaña presidencial amenazaba con despojar a la selva amazónica de sus recursos naturales, no por nada lo apodaron el Trump sudamericano.

Ahora, a poco más de 3 meses de su gestión, el Amazonas se encuentra bajo amenaza debido a las declaraciones sobre la explotación de recursos naturales, pero todavía existen defensores que buscan detener las acciones de su presidente.

Los héroes de esta historia son los indígenas de la selva del Amazonas, quienes son las tropas de asalto en la lucha contra el cambio climático, ya que de acuerdo a estos, son los primeros en ser afetactados.

"...Estamos viendo inundaciones que duran más tiempo, sequías más prolongadas y una reducción en los peces con la aridez. Así que afecta nuestra seguridad alimentaria. Y también nuestra cultura…”, dijo Sônia Guajajara en una entrevista con el Washington Post, , una de las líderes indígenas mejor conocidas de Brasil.

La selva tropical del Amazonas siempre ha sido un blanco perfecto para quien busca despiadadamente hacerse de recursos naturales. Con una extensión de más de 5 millones de kilómetros cuadrados que atraviesa Brasil y otros ocho países, a veces es llamada "los pulmones del planeta" porque los árboles liberan tanto oxígeno y absorben tanto dióxido de carbono, mitigando los efectos del cambio climático.

Desde que tomó posesión de la presidencia de Brasil a principios de año, Bolsonaro tomó medidas rápidas para socavar las protecciones al medio ambiente, a los derechos de las tierras indígenas y a las organizaciones no gubernamentales.

"...Tan sólo en los primeros 50 días del Gobierno de Bolsonaro, ha habido una regresión de 30 años en los avances. Todo lo que hemos estado tratando de construir desde entonces, estamos tratando de mantener de pie...", declaró Guajajara.

La labor de Guajara con la Asociación de Pueblos Indígenas de Brasil se enfoca en garantizar los derechos de los indígenas, incluyendo el reclamo de tierras selváticas ancestrales.

De acuerdo con el Instituto de Recursos Mundiales, Brasil perdió casi 10 por ciento de su cobertura forestal entre el 2000 y el 2017, ahora imaginemos que pasará con un presidente que llama a la inversión económica para explotar los recursos naturales de la selva.

Bolsonaro ha debilitado o retirado el financiamiento a dependencias gubernamentales que supervisan las protecciones para el Amazonas y los indígenas y ha conferido esas responsabilidades al Ministerio de Agricultura que apoya el cultivo, la minería y la tala.

Las zonas que son formalmente reconocidas como "tierras colectivas" son propiedad del Gobierno, pero están garantizadas bajo la Constitución para el uso exclusivo de grupos indígenas. Bolsonaro dice que quiere que esas tierras se vuelvan "más productivas".

Guajajara afirmó que eso significaría el principio del fin para las culturas indígenas. "Y para mí, eso es una especie de etnocidio. El etnocidio es cuando destruyes la cultura. Genocidio es cuando matas a la gente", afirmó.

Se ha comprobado que si se les otorga a las comunidades indígenas la custodia de la tierras, se tiene un mejor aprovechamiento y conservación.

De acuerdo con Guajajara, Bolsonaro sostiene que "no hay tal cosa como un pueblo indígena" e insiste que quiere "unificarnos para formar una sola cultura". Eso es ofensivo y poco realista, dado que Brasil incluye más de 300 grupos étnicos, entre los que figuran quizá 100 que no tienen contacto en lo absoluto con la sociedad, y unos 274 idiomas.

Si es que hay esperanza para la selva tropical, y para países donde líderes autoritarios amenazan la democracia y las agendas progresistas, se encuentra en ala determinación de la sociedad civil y activistas como Sônia Guajajara.

__

Vía: Washington Post. Imagen: Alan Azevedo / Believe Earth

bottom of page