La falta de educación ambiental, sumado con la inconsciencia y el poco respeto por el medio ambiente, están haciendo que las presas de la Ciudad de México colapsen.
No es una novedad, desde hace años se ha denunciado la acumulación de basura en las presas de la CDMX debido a que la gente continúa tirando su basura en las barrancas; esto es un problema con doble responsabilidad.
En primer lugar, estos asentamientos nunca se debieron de dar en estos sitios ya que afectan el entorno por lo que el gobierno en su momento tuvo que o desalojar a las personas que habitaban en estos sitios o negar permisos de construcción; esto por un lado y por otro, la poca educación que tiene la sociedad en torno a cuestiones ambientales.
Una de las presas que presenta una mayor afectación es la presa Becerra en la alcaldía Álvaro Obregón. Diferentes medios de comunicación han denunciado como los vecinos de la localidad arrojan sus desechos a las barrancas llenando de basura la presa.
“…Hace 40 años las personas nadaban aquí…”, es el detalle del reportero que se acercó a recopilar los testimonios de los vecinos, quienes señalaron que el mal olor y la acumulación de desechos han estado presente.
Ahora con un problema mucho mayor, los habitantes de Álvaro Obregón señalan los riesgos sanitarios y de seguridad que enfrentan alrededor de la Presa Becerra.
Un problema que agrava la situación es el intenso calor que ha presentado la CDMX en los últimos años; ya que se vuele un foco de infección y los olores abarcan varias cuadras.
En la época de lluvias se vuelve un gran riesgo porque los desechos obstruyen las compuertas y salidas de agua. Esto provoca inundaciones que impiden el paso en la zona y dañan viviendas.
Hoy en día es común observar camiones recolectores de basura descargar desechos detrás de la presa, dicho montículo rebasa los cinco metros de altura y los desperdicios que cubren 80 por ciento del agua van desde plástico, cartones, pañales, ropa, zapatos, llantas, autopartes, costales repletos y sellados, hasta muebles.
A pesar de que existen sanciones de un día de arresto o multas de $1,500 pesos a quien arroje basura, la presa vuelve a llenarse de desperdicios año con año; y se le suma el problema de las aguas negras de las casas ubicadas en las barrancas, las cuales no cuentan con un sistema de drenaje óptimo.
El problema también se vuelve económico y un gasto para la CDMX ya que anualmente se destinan cerca de $100 millones de pesos para la limpieza de las 17 presas de la capital y tan sólo en la presa Becerra el trabajo de retirar los desechos es una semana.
"…Es una imagen terrible desafortunada es la condición en la que se encuentran muchos espacios a lo largo de la ciudad. Pero podemos recogerlo una y 100 veces, pero si este fenómeno se sigue reproduciendo difícilmente lo vamos a erradicar…", dijo Efraín Morales López, Director General de Servicios Urbanos y Sustentabilidad de la CDMX.
¿Se imaginan si tuviéramos un buen sistema de recolección de basura y una cultura ambiental, así como el ejercicio de multas para quienes incurran en tirar desechos y un sistema de drenaje óptimo?, la CDMX tendría $100 millones de pesos adicionales que podría usar para otros programas sociales.
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Vía: Agencias
Imagen: EnPunto