Todos somos conscientes de la situación por la que está pasando la vaquita marina, el cetáceo más pequeño endémico de México; quienes no, sepan que está en peligro crítico de extinción.
En años anteriores gozó de mucha popularidad y atención, personajes como Leonardo DiCaprio y organizaciones ambientales mundiales abogaron por su rescate y recuperación; por lo que el gobierno pasado estuvo realizado acciones para detener esta catástrofe... en vano.
La administración del expresidente Peña Nieto dejó muchas cosas negativas, una de ellas fue la disminución de la población de la vaquita marina y en lo últimos años de su sexenio trató, en vano, de recuperar y aumentar el número de vaquitas.
Si bien fue un fracaso ya que no no se frenó la disminución de muertes de vaquitas marinas por la pesca descontrolada e ilícita de la totoaba en el Alto Golfo de California, los apoyos mantenían alejados a los pescadores de las aguas de la vaquita.
Al entrar el gobierno de López Obrador, estos apoyos fueron suspendidos y los resultados ya se hicieron llegar: el pasado 12 de marzo la organización Sea Shepherd halló los restos de una vaquita marina en Alto Golfo de California tras el retiro de redes ilegales.
Lo que es peor, más de mil embarcaciones que pertenecen a los pescadores de las comunidades de San Felipe y Sana Clara en Baja California, regresarán a sus actividades si no reciben el apoyo económico a más tardar el 22 de marzo, lo que podría significar la estocada final para la Vaquita Marina.
Esto es alarmante de por sí, pero con la publicación del onceavo informe del Comité Internacional para la Recuperación de la Vaquita marina (CIRVA) la situación empeora: el informe indica que quedan 10 ejemplares de vaquita marina.
El Centro para la Diversidad Biológica y Conservación de Mamíferos Marinos de México señaló la urgencia de tomar medidas efectivas para impedir la extinción del cetáceo más pequeño del mundo de las aguas mexicanas, de las cuales es endémico.
Ya no es cuestión de querer, ya es una obligación Sr. Presidente, Usted puede y debe destinar los recursos y tomar las medidas necesarias para acabar de una vez con la impunidad que se vive en la zona y garantizar la supervivencia del endémico cetáceo mexicano, ya que después de 100 días de su mandato, la situación ha empeorado radicalmente, posiblemente podríamos terminar un 2019 sin vaquitas marinas.
La labor ya está hecha, sólo hay que seguir los puntos y medidas que describre el informe del CIRVA:
1) Establecer de forma inmediata una zona de cero tolerancia para cualquier tipo de embarcación donde se ha registrado la distribución de las últimas vaquitas de acuerdo al reporte científico
2) Que las autoridades pesqueras finalmente cumplan con las promesas de generar una pesca que no interactúe con la vaquita,
3) Reforzar la reconversión económica en el corto plazo para las poblaciones de pescadores y pescadoras del Alto Golfo de California
4) Apoyar los programas que la sociedad civil ha emprendido para recuperar redes fantasmas abandonadas en el hábitat de la vaquita
5) Desarrollar actividades económicas alternas para los pescadores.
6) Prohibiciones totales de uso, fabricación y venta de redes de enmalle en tierra
Durante años, las diversas administraciones de México (panistas, priístas y ahora morenistas) han sido omisas en implementar medidas suficientes y eficaces para prevenir la única gran amenaza para la supervivencia de esta especie.
“...Hemos entregado en las oficinas del nuevo gobierno una copia del documento Vaquita marina: ¿en qué te hemos fallado? que da cuenta de los actos y omisiones por parte de las autoridades que han llevado a esta especie al límite de la extinción esperando que no se vuelvan a cometer los mismos errores, de lo contrario, la vaquita marina no sobrevivirá...”, advirtieron las organizaciones responsables del documento, entre ellas, The Ocean Foundation.
“...Destacamos que la única esperanza que queda para la vaquita es eliminar todas las redes de pesca en la zona donde permanecen las últimas vaquitas. Esta no es una tarea imposible, ya que el área a proteger no es grande...”, indican los expertos del CIRVA. __
Vía: CIRVA, Agencias
Imagen: Sea Shepherd