El sargazo no se detiene en México y al día de hoy Quintana Roo carece de un estudio sobre la afectación y contaminación que está produciendo el arribo de esta alga en los litorales.
A pesar de ser un problema medioambiental que se viene suscitando desde unos años, no se tiene una respuesta concreta o un plan de acción para hacerle frente.
Debido a la pasividad de organismos gubernamentales, la sociedad es la que está haciendo lo posible para detener este problema con soluciones prácticas y transformarlo en materia prima para biodigestores, cosméticos, plásticos, fertilizantes y farmacéuticos y últimamente en ladrillos tal y como lo hizo Omar Vázquez Sánchez.
Viendo que, a pesar de las acciones emprendidas por diversos grupos, el sargazo continua arribando año con y año y con mayores volúmenes, Vázquez vio una oportunidad en la crisis del sargazo al convertirlo en ladrillos y ya construyó la primer vivienda con este material.
‘Angelita’, bautizada así en recuerdo a su madre, es una casa que contiene ladrillos de sargazo, los cuales han sido estudiados por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y los resultados han demostrado que sus ladrillos son tan resistentes y durables como los de adobe.
Omar es presidente de Blue Green México, un vivero en Puerto Morelos y desde el 2018 cuenta con la patente de su invento y planea instalar cinco fábricas de ladrillos de sargazo.
El creador afirma que el costo de construcción es 50% menor al de una vivienda de adobe y ha iniciado un proyecto de 10 viviendas de este tipo, las cuales donará una vez las concluya.
“...La fabricación de los ladrillos se hace con la misma técnica con la cual se fabrican los ladrillos de adobe. Y ese mismo proceso logra eliminar el mal olor que produce el sargazo…”, dijo Vázquez.
Vázquez Sánchez construyó en tiempo récord el primer modelo en tan sólo 21 días. La casa cubre las necesidades básicas baño, recámara, comedor y cocina con todo y ventanas.
“...La idea surgió hace seis años cuando noté la presencia cíclica de esta materia en las costas. Esta casa mezcla adobe y sargazo es una nueva mezcla capaz de resistir fuertes sismos así como vientos de huracán…”, dijo.
“...El principal objetivo de la casa es contribuir para que las personas de escasos recursos tengan una casa y por ello nos hemos acercado a instituciones privadas, gobierno estatal y ONG, entre otros, para que donen una vivienda y se vean beneficiadas familias en zonas marginadas…”, de acuerdo con Vázquez Sánchez.
En octubre pasado, la Secretaría de Desarrollo Social de Quintana Roo dio a conocer que, con base en el proyecto de Omar Vázquez, se llevaría a cabo un programa piloto para la construcción de vivienda con sargazo en toda la entidad, complementario al programa de vivienda social.
Es un gran avance para el problema del sargazo, un excelente ejemplo de la economía circular. El gobierno local y federal deberían tomar en cuenta este proceso para ayudar a personas en situación vulnerable para que puedan acceder a una vivienda más digna y amigable con el medio ambiente.
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Vía: Archdaily Imagen: Omar Vázquez Sánchez