La sobrepesca es un problema mayor que ha pasado desapercibido durante muchos años; consiste simplemente en la captura de la fauna silvestre en cantidades demasiado elevadas como para que las especies capturadas puedan restablecerse, es decir insostenible.
Estos agotamientos regionales son sumamente perjudiciales para la cadena alimentaria y ya son un suceso global de proporciones catastróficas.
Debido al colapso de las poblaciones de peces grandes, las flotas comerciales se adentran en zonas cada vez más profundas de los océanos y apuntan a niveles inferiores de la cadena alimentaria en busca de capturas viables.
Esta situación está provocando una reacción en cadena que está perturbando el delicado y ancestral equilibrio del sistema biológico de los mares.
“...Si los índices de pesca se mantienen constantes, la pesca mundial de todas las especies se desplomará para el año 2048…”, de acuerdo con un estudio publicado en la revista Science.
Si añadimos a la sobrepesca la contaminación, el cambio climático, la destrucción de hábitats y la acidificación, nos encontramos con un sistema en crisis.
Diversos estudios apuntan a que la mayoría de las poblaciones piscícolas podría reponerse con una gestión más activa de la pesca, una mejor aplicación de la legislación que regula las capturas y un mayor uso de la acuicultura.
La pesca ilegal y la explotación insostenible todavía abundan en la industria; igualmente el consumidor se acostumbró a disponer de abundante pescado y marisco y lo más alarmante es que se muestra indiferente ante la grave situación de los océanos.
Ante esta situación, tanto global como local, el nuevo comisionado de la Comisión Nacional de Acuacultura y Pesca (Conapesca), Raúl Elenes, decidió atacar el vacío legal y regulatorio que existe en México, así como las prácticas de sobrepesca en plena temporada de captura de atún aleta azul y llamó a los representantes de pesquerías a que cumplan estrictamente con las cuotas de pesca del túnido que determinó la Comisión Interamericana de Atún Tropical.
El pasado viernes se reunieron los representantes de Servax Bleu y Chichimecas y Baja Aqua Farms con la Conapesca para que devuelvan el excedente que capturaron en la temporada pasada (480 toneladas); aunque todavía no se sabe si la devolución será gradual.
Una de las nuevas medidas para evitar la sobrepesca es la vigilancia en sitio. Las embarcaciones que actualmente se encuentran capturando, adicional a los dos observadores que lleven a bordo, se integrará un inspector federal de la Conapesca, quien tendrá acceso al registro de captura de las redes que llevan a las granjas.
Desde el 12 de febrero, la Comisión Nacional de Mejora Regulatoria (Conamer), que dirige César Hernández, tiene en proceso la mejora regulatoria de reglas y el acuerdo secretarial para el establecimiento de las cuotas de atún aleta azul.
El vacío legal sobre el cual se otorgó el amparo a Servax Bleu y Chichimecas y que está en sub júdice, revisado en tribunal colegiado, se eliminará.
En otras palabras, esto implica un cambio de fondo acompañado de una auditoría física a los ranchos de las pesquerías, para determinar la realidad de la captura y engorda, así como la recepción de la nueva captura.
Lo que busca Elenes es un poco más allá de la devolución y establecerá una política de pesca del ‘mar a la mesa’, es decir, pescar lo que se va a consumir.
La Conapesca ha decidido establecer un modelo claro para controlar la captura respetando los compromisos del país y revisará la trayectoria de inversión, pago de impuestos estatales y federales en México, valor de las exportaciones, estructuras de capital y sostenibilidad de las empresas para evitar bancarrotas en serie.
La temporada de pesca de los túnidos requiere separar las condiciones en las que operan las pesquerías de atún aleta amarilla y del aleta azul, como parte de una serie de planes de manejo para cada especie, en la que los grandes pescadores sean estrictamente supervisados.
Por otro lado, la Conapesca tiene como misión atacar uno de los grandes males que aquejan a México: la pesca furtiva y el uso de flotas pesqueras por bandas criminales que transportan drogas.
También, pondrá en operación una nueva estrategia de inspección y vigilancia en el país con personal de probada honestidad, lo que permitirá reducir los actos ilegales que se llegan a presentar en el sector y que afectan a los productores acuícolas y pesqueros.
Veamos si la Conapesca realiza todo lo que está planeando y lograr que México sea referente en la pesca sostenible.
__
Vía: Conapesca y Excélsior Imagen: