Quién pensaría que los campesinos cambiarían de giro y abandonarían las herramientas de la agricultura para iniciarse en el sector minero.
Este es el caso de campesinos de siete ejidos de Álamos, Sonora, quienes hoy se reunieron para protestar en las oficinas de la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) de la Ciudad de México, para demandar que les permitan la exploración minera… sí, minería.
Benjamín Lagarda Burgos, un ejidatario del Ejido Tetajiosa, detalló que desde el 2018 la Semarnat -haciendo su trabajo de proteger los recursos naturales del país, cosa que pocas veces hace- canceló los permisos de exploración minera en la región, la cual concentra el Área Natural Protegida (ANP) Sierra de Álamos y Río Cuchijaqui.
"...Le pedimos a la Semarnat que nos dejen de hostigar y que permitan la explotación minera, porque si no nosotros no podemos trabajar ni tenemos recursos para nuestra familia. Nosotros estamos conscientes de que la Reserva está en nuestro territorio pero la minería es un proyecto sustentable al igual que la ganadería...", dijo Lagarda.
Si tienen conocimiento de que en sus ejidos existe una Reserva y ANP, ¿por qué buscan hacer trabajos de minería, los cuales siempre terminan siendo un desastre natural?
El área de protección de flora y fauna Sierra de Álamos-Río Cuchujaqui es una de las 39 áreas de protección de flora y fauna de México que protege un área natural ubicada en el municipio de Álamos, en el estado de Sonora.
Fue designada ANP el 19 de julio de 1996. El área ha sido también incluida en 2007 en la Red Mundial de Reservas de la Biosfera de la Unesco del Programa sobre el Hombre y la Biosfera (MaB) aunque en México no tenga la consideración de ‘reserva de la biosfera’.
De acuerdo con la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas, esta ANP comprende una extensión de casi 93 mil hectáreas. Principalmente, tiene un tipo de vegetación de selva baja caducifolia, bosque de Pino Encino y matorral Sarcocrasicaule, dentro de sus especies representativas está el Palo de Brasil, Ceiba, Ciprés de Moctezuma, Cedro, Amate Amarillo, Tepeguaje, entre otros.
También cuenta con una fauna representativa como el Puma Concolor, el cual se encuentra como especie casi amenazada por parte de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN). El puma es territorial y tiene una baja densidad de población.
Las amenazas a la conservación de la especie incluyen la degradación y fragmentación de su hábitat, la extensión de su territorio y el agotamiento de sus presas cosa que cambiaría en caso de que continúen las labores mineras.
Otra de las especies que se pueden encontrar en la reserva son el ocelote, el trigigllo (Leopardus pardalis), la guacamaya verde y el Jaguar (Panthera onca), también considerado como especie casi amenazada por la UICN.
A pesar de tener un riqueza natural y poder cambiar a un giro más sostenible como el ecoturismo o la agricultura sostenible, los campesinos buscan la forma de explotar la reserva y presentaron un oficio en la Semarnat, manifestando que con la llegada de los trabajos de exploración minera han podido mantener dignamente a su familia, además que han tomado cursos para el cuidado al medio ambiente.
¿Cuáles son sus cursos?, ¿quién se los impartió?, ¿cuáles son las prácticas sostenibles que realizan (si es que existe alguna en la minería)?, esto sólo es un petición para continuar explotando un recurso natural que debería mantenerse bajo tierra.
El grupo de campesinos también acusó a las autoridades ambientales de Álamos, porque están impidiendo cualquier actividad de exploración minera y presionan para que las empresas de ese ramo se retiren de esa región; es decir, acusan a las organismos gubernamentales de hacer su trabajo… ¿pocas veces lo hacen y cuando lo realizan no están conformes?
Leydi Valenzuela, ejidataria, hizo un llamado a la Secretaría para permitir que continúen sus planes, ya que representan el sustento para más de 600 ejidatarios; esto es algo sesgado, ya que de acuerdo con la CONANP, en la reserva existe un censo de 542 habitantes y no todos se dedican a la minería.
"...Venimos solamente a defender las fuentes de empleo para los ejidatarios, son como 600 ejidatarios que se ven afectados si se cancelan los permisos de exploración y a muchos también les afecta porque sus familias dependen de esta actividad...", dijo.
Existen otras formas de hacer rentable una región natural, tomemos el caso de los tiburones: enfoque de caza donde permites que las personas paguen por cazar un animal y que al final vas a desequilibrar el ecosistema o tomas un enfoque sostenible y permites que las personas puedan ver a los tiburones, sumergirse con estos y dejar el ecosistema tal y como lo encontraste.
Esto aplica también para un ANP como la de Álamos; los ejidatarios podrían centrarse en hacer un negocio rentable a base del ecoturismo o la agricultura sostenible y continuar protegiendo sus tierras: ¿qué pasará cuando se acabe la minería?, ¿cómo van a explotar una región árida carente de naturaleza?
Actualmente, la comitiva representativa ya fue recibida por autoridades de Semarnat, con quienes sostuvieron una reunión. El resto de la comitiva se encontraba fuera de las instalaciones exhibiendo pancartas.
Esperemos que los ejidatarios entiendan la importancia de una ANP y los problemas que acarrea la minería, hay muchos ejemplos de cómo terminan las zonas mineras, sólo es cuestión de tiempo para que Álamos tenga el mismo destino que muchas otras han recibido en caso de que se les conceda el permiso.
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Vía: Reforma Imagen: Reforma