Es muy frecuente, no sólo en México, sino en el mundo, que las dependencias gubernamentales encargadas de proteger el medio ambiente realicen diversas leyes para lograr una mayor sostenibilidad, aunque tristemente se quedan en papel.
De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas, la cantidad de leyes ambientales se multiplicó 38 veces desde 1972, pero su aplicación es muy escasa y en algunas casos nula.
La ONU afirma que la falta de aplicación de las legislaciones locales representa una grave amenaza para combatir el cambio climático, la contaminación y la pérdida de especies y hábitats.
"...Ni la ayuda, ni la presupuestación interna dieron lugar a la creación de organismos ambientales sólidos capaces de hacer cumplir las leyes y los reglamentos con efectividad...", apunta el informe "Enviromental Rule of Law" de ONU Medio Ambiente.
El organismo señala que existen diversos problemas o dificultades para que las leyes se apliquen, entre estos destacan: la carencia de coordinación entre organismos gubernamentales, una débil capacidad institucional y la falta de acceso a información; pero las más importantes son la corrupción y la baja participación civil.
"...A menos que se fortalezca el estado de derecho ambiental, incluso las normas aparentemente rigurosas están destinadas al fracaso y no se alcanzará el derecho humano fundamental a un medio ambiente saludable...", indicó David Boyd, relator especial de la Naciones Unidas sobre los Derechos Humanos y el Medio Ambiente.
Aunque no todo es gris; el estudio también reporta avances positivos, como la aprobación del derecho constitucional a un medio ambiente sano en 88 países y la consagración de la protección al entorno en las constituciones de 65 naciones.
También se han creado más de 350 tribunales ambientales en más de 50 países y en más de 60 existen disposiciones legales enfocadas en el derecho de los ciudadanos a recibir información sobre su medio ambiente.
"...Contamos con el mecanismo, compuesto de leyes, reglamentos y organismos, para regir nuestro medio ambiente de manera sostenible. La voluntad política resulta hoy esencial para garantizar que nuestras leyes actúen en favor del planeta...", enfatizó Joyce Msuya, directora ejecutiva de ONU Medio Ambiente.
El documento denuncia que el hostigamiento y asesinatos de defensores de la naturaleza es un ejemplo de la resistencia contra las leyes ambientales. Entre 2002 y 2013, 908 ambientalistas fueron asesinados en 35 países.
"...Los crecientes ataques a los defensores del medio ambiente son violaciones manifiestas del estado de derecho ambiental y una afrenta a los derechos de los pueblos indígenas y la sociedad civil en la protección de nuestro ambiente...", señaló la activista filipina Joan Carling.
México es un claro ejemplo de cómo las leyes sólo están en papel: las mismas dependencias que se encargan de proteger el medio ambiente son las primeras que caen en la corrupción, las empresas buscan cómo burlar las leyes para seguir lucrando a pesar de estar contaminando y existe una sociedad pasiva ante los abusos que se cometen; tenemos que despertar, de otra forma, esto no tendrá arreglo y será muy tarde para emprender acciones.
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Vía: EFE Imagen: ONU