La seguridad alimentaria es un tema apremiante para todas las naciones, principalmente por el incremento de la población y la escasez de espacios donde se pueda realizar actividades agrícolas sin causar un mayor daño por deforestación y maltrato de suelos.
Singapur está actuando para evitar una catástrofe y está implementando medidas como las ‘granjas urbanas’ en espacios que no se estaban usando como los techos de centros comerciales.
Los visitantes de Orchard Road de Singapur, el principal cinturón de tiendas departamentales, donde hay grandes centros comerciales, tiendas de moda, zonas de comidas y… granjas.
La granja de 600 metros cuadrados de Comcrop en el techo de uno de los centros comerciales utiliza estantes verticales e hidropónicos para cultivar verduras de hoja verde y hierbas como la albahaca y la menta que se vende a bares, restaurantes y tiendas cercanas.
Si bien, el tamaño de la granja es pequeño, su ambición es bastante grande ya que busca ayudar a mejorar la seguridad alimentaria de la ciudad.
Allan Lim de Comcrop, quien estableció la granja en la azotea hace cinco años, recientemente abrió una granja de 4.000 metros cuadrados con un invernadero en el borde de la ciudad.
Lim afirma que las granjas urbanas son el camino a seguir para la ciudad, donde no se pueden cultivar más tierras.
“...La agricultura no es vista como un sector clave en Singapur. Pero importamos la mayoría de nuestros alimentos, por lo que somos muy vulnerables a las interrupciones repentinas en el suministro...", dijo Lim.
El año pasado, Singapur superó por primera vez el Índice Global de Seguridad Alimentaria de la Unidad de Inteligencia de The Economist Intelligence (EIU) de 113 países, con una puntuación alta en medidas como la asequibilidad, la disponibilidad y la seguridad.
“...La tierra, los recursos naturales y la mano de obra de bajo costo solían ser la forma predominante en que los países alcanzaban la seguridad alimentaria. Pero podemos usar la tecnología para resolver cualquier deficiencia...", dijo.
Los datos son optimistas, pero dado que el país importa más del 90 por ciento de sus alimentos, su seguridad alimentaria es susceptible al cambio climático y los riesgos de los recursos naturales, señaló la EIU.
Con aproximadamente 5.6 millones de personas en un área de tres quintas partes del tamaño de la ciudad de Nueva York y con una población que se estima que crecerá a 6.9 millones para 2030, esta seguridad peligra al momento que la tierra es escasa en Singapur.
Para ‘obtener’ más tierra, el país planea trasladar más de su transporte, servicios públicos y almacenamiento subterráneo para liberar espacio para viviendas, oficinas y zonas verdes; así mismo, cementerios, casas y autopistas ahn sufrido cambios para tener más espacios.
La agricultura representa solo alrededor del 1 por ciento de su superficie terrestre, por lo que un mejor uso del espacio es clave, dijo Samina Raja, profesora de planificación urbana y regional en la Universidad de Buffalo en Nueva York.
"...La agricultura urbana está siendo reconocida cada vez más como un uso legítimo de la tierra en las ciudades ya que ofrece diversos beneficios, desde una mayor seguridad alimentaria y una mejor nutrición hasta la ecologización de los espacios. Pero los alimentos rara vez son parte de la planificación urbana...", dijo Raja.
En el mundo, la agricultura urbana produce actualmente hasta 180 millones de toneladas métricas de alimentos por año, hasta el 10 por ciento de la producción mundial de legumbres y hortalizas.
Los beneficios adicionales, como la reducción del efecto de isla de calor urbano, evitar la escorrentía de aguas pluviales, la fijación de nitrógeno y el ahorro de energía podrían valer $160 mil millones anuales, de acuerdo con un estudio de la Universidad Estatal de Arizona.
Singapur fue en algún tiempo una potencia agraria, pero debido al rápido crecimiento económico después de la independencia en 1965, la industrialización tuvo prioridad y la mayoría de las granjas se eliminaron.
La crisis alimentaria mundial de 2007-2008, cuando los precios se dispararon, causando una inestabilidad económica generalizada y el malestar social, puede haber llevado al gobierno a replantearse su estrategia de seguridad alimentaria para protegerse contra tales choques.
Grandes ciudades deberían de plantearse este nuevo paradigma y comenzar a hacer uso de espacios que actualmente están desperdiciados, desde azoteas hasta paredes.
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Vía: Reuters Imagen: Getty Images / VCG