A un día de haber tomado posesión como presidente de Brasil, Jair Bolsonaro le asestó un gran golpe al medio ambiente, la selva amazónica y a grupos indígenas de la región al otorgarle al Ministerio de Agricultura el control sobre la delimitación de nuevos territorios autóctonos.
La nueva Ministra de Agricultura de Brasil, Tereza Cristina Correa, quien coordinaba la bancada de los propietarios rurales en el Congreso, será la encargada de delimitar nuevas reservas indígenas.
Al puro estilo de Donald Trump, el ultraderechista Jair Bolsonaro firmó una orden ejecutiva para otorgarle nuevos poderes al Ministerio de Agricultura. La norma determina que dicho Ministerio será el responsable de identificar, delimitar y crear nuevas reservas indígenas.
Este poder correspondía hasta ahora a la Fundación Nacional del Indio (Funai), entidad responsable de las políticas indígenas y que está vinculada al Ministerio de Justicia.
El decreto de Bolsonaro determina que pasarán a estar vinculadas al Ministerio de Agricultura tanto el Instituto Nacional de Colonización y Reforma Agraria (INCRA) como la entidad responsable por regularizar las reservas de los quilombolas, como son conocidos los descendientes de los negros prófugos en la época de la esclavitud.
La norma determina que Correa, una conocida líder de los grandes propietarios rurales en Brasil, será responsable en adelante por definir las tierras para indios, quilombolas y campesinos sin tierras, sectores que han estado en permanente conflicto con los hacendados, siendo Correa una hacendada también.
Igualmente fue transferido al Ministerio de Agricultura el Servicio Forestal Brasileño, un órgano hasta ahora vinculado al Ministerio de Medio Ambiente y que tiene como responsabilidad la reforestación en áreas devastadas y las políticas para regular la explotación sustentable de regiones selváticas.
Bolsonaro prometió durante su campaña que no delimitaría nuevas reservas autóctonas y que autorizaría las explotaciones mineras en las tierras indígenas.
Brasil cuenta actualmente con 462 reservas indígenas que se extienden por un área equivalente al 12.2% del territorio nacional, en su mayoría en la Amazonía, destinada a los cerca de 900 mil indígenas del país.
El nuevo Presidente igualmente prometió defender a los propietarios rurales frente a los campesinos y anunció que presentará a consideración del Congreso un proyecto de ley que criminaliza como terrorista a quien ocupa tierras de otras personas.
Lamentablemente, iniciamos un 2019 con sucesos de este tipo donde 'líderes' utilizan su poder político para el beneficio de un puñado; se pensaría que estas prácticas quedarían en el pasado pero parece que están más vigentes que nunca.
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Vía: NBC / BBC Imagen: TN