La Selva del Amazonas siempre ha sido un lugar místico, retratado en películas y libros como este lugar inaccesible llenos de vida donde habitan criaturas increíbles y sus bosques tropicales se extienden por cientos de kilómetros.
Si bien todo esto es cierto, la verdad es que el pulmón del planeta, uno de los lugares con mayor diversidad en el mundo, está desapareciendo rápidamente.
Realmente la selva amazónica tiene una extensión fuera de serie, alberga cerca de 650 millones de hectáreas, más de 2 mil especies de peces, 40 mil plantas y 1 millón de kilómetros cuadrados de ecosistemas de agua dulce; de ahí su importancia y por qué es tan codiciado.
Este gran pedazo de tierra que se extiende por Brasil, Perú, Colombia, Venezuela, Bolivia, Ecuador, Guyana y Surinam, está siendo destruido por diferentes factores. De acuerdo con un estudio de la Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF), hasta el día de hoy nos hemos acabamos con el 17 por ciento y todo parece indicar que la destrucción seguirá
De continuar a este paso, se estima que para el año 2030, el 27 por ciento de la selva habrá desaparecido, principalmente por la disputa de tierras para la agricultura, ganadería, minería y generación de energía hidroeléctrica, además de la tala ilegal.
Este 17 por ciento perdido se ha dado en 30 diferentes frentes de deforestación, la mayoría ubicados en Brasil. Lo que dificulta su conservación son los países que comparten la selva, ya que de acuerdo con WWF, estos no hacen nada para detener la proyección de deforestación que se tiene.
Deforestar para dar paso a la agricultura o gandería es una de la prácticas más usadas, entre los cultivos que más destacan están la soya y el aceite de palma. Igualmente, un informe de la WWF, en Brasil se talaron más de 5 mil hectáreas hace cuatro años para dar paso a la industria ganadera.
Al día de hoy se estima que existen más de 22 mil kilómetros de carreteras estatales cruzan por la selva amazónica tan sólo en la zona de Brasil.
WWF afirmó que en conjunto, los gobiernos que comparten la selva amazónica han otorgado 800 permisos para minería y extracción de combustibles fósiles en estas áreas y que 6,800 están en estudio. A la fecha, se han aprobado 1,400 derechos de actividades extractivas, lo que impacta 24 millones de hectáreas, incluso en áreas declaradas como protegidas.
WWF encontró que el 15 por ciento del bioma corresponde a concesiones mineras y contratos para extracción de gas y petróleo, aunque la cifra llega al 30 por ciento con las de las áreas protegidas.
Se necesitan acciones más que palabras para mantener protegida la selva, un esfuerzo coordinado entre todas las naciones que comparten el bosque tropical donde cada país haga su parte, conservar las áreas protegidas y reconocer los derechos indígenas así como ayudarles a lograr un manejo sostenible de sus tierras.
“...Para garantizar bosques saludables dentro de las economías de los países amazónicos se necesitan políticas integrales de manejo, uso de herramientas de desarrollo sostenible, incentivos y mecanismos financieros...”, según la WWF.
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Vía: WWF / Semana Imagen: WWF