Un joven de 27 años decidió dejar su trabajo en la industria de Petróleo y Gas para diseñar una botella de agua biodegradable para darle a los consumidores una alternativa a las botellas de plástico convencionales.
James Longcroft, graduado de Ingeniería Química de la Universidad de Durham, vive en Edimburgo y espera recaudar £25,000 libras esterlinas -$625 mil pesos- para ampliar el desarrollo de su marca de botellas Ch2oose Water y al día de hoy lleva más del 50% de su meta de recaudación.
“...Hemos desarrollado un sustituto de las botellas de plástico, es completamente biodegradable y sostenible. No importa dónde terminan estas botellas, ya sea en el océano o en el vertedero, desaparecerán en unos semanas. No dejan micropartículas tóxicas ni filtran metales pesados en el medio ambiente.…”, afirma Longcroft.
El objetivo es dar un producto a los consumidores que sea más ecológico que las botellas de agua tradicionales para dejar atrás la dependencia al plástico.
“...La botella está elaborada de una carcasa de pulpa de papel forrada con un forro impermeable biodegradable completamente sostenible, por lo que no hay combustibles fósiles que entren en esto y no hay nada tóxico ni dañino, todo proviene de la naturaleza....”, explica Longcroft.
Esta botella nueva es genial, todo se descompone y regresa a la tierra sin dañarla, desde la tapa que se oxida en óxido de hierro, que es un mineral natural, la capa exterior, hecha de papel 100% reciclado, hasta el forro impermeable, elaborado de materiales 100% naturales beneficiosos para los ambientes marinos.
Por otro lado -y muy importante recalcar- una parte de las ganancias de las ventas de Ch2oose Water serán destinadas a la organización benéfica Water for Africa.
“...Water for Africa es maravilloso, proporcionan a miles de personas agua potable. Ellos son la razón por la que nos levantamos por la mañana y con suerte uno de los motivos por los que comprarías nuestras botellas…”, dice Longcroft.
Water for Africa es una organización con un programa sostenible de inversión, educación y capacitación que permite a las comunidades de África salir de la pobreza.
"...Solo tenemos un planeta y debemos actuar ahora para asegurarnos de que lo protejamos para las generaciones futuras...", dijo.
Longcroft se muestra entusiasta de que en un futuro cercano sus botellas se puedan vender en los estantes y estén disponibles para sus clientes.
“...El principal obstáculo que enfrentamos es irrumpir en un mercado saturado y competir con una industria antigua y establecida. Cambiar una industria será una batalla cuesta arriba masiva, pero con el apoyo del público cambiaremos nuestra forma de ver el agua embotellada…”, dijo.
Si quieres apoyar esta iniciativa, ingresa a su página: www.ch2oose.com o puedes donar en el sitio de la fondeadora: wwwindiegogo.com.
__________________
Vía: Ch200se y indiegogo
Imagen: Ch200se