La Ciudad de México enfrenta un severo problema de escasez de agua y sus habitantes parecen no temer esta situación, están cegados y piensan que “no ocurrirá”, pero la realidad es que diferentes zonas de la ciudad ya están padeciendo esto y todos los escenarios apuntan a que incrementarán el número de personas sin acceso a agua potable en los próximos años.
La disponibilidad y el acceso fuentes hídricas son elementos indispensables para garantizar la resiliencia y prosperidad de las grandes urbes. Logrando esto se desprenden diferentes factores positivos como el bienestar económico, social y ambiental; de otra forma sucederá lo que estuve cerca de ocurrir en Ciudad del Cabo.
Debido a la magnitud de este reto es importante que sea atendida por todos los sectores -social, empresarial y gubernamental- para crear acciones a largo plazo, de nada sirven los parches, se necesita garantizar un impacto sostenible.
Dentro de los problemas que enfrenta la CDMX están la antigüedad de sus tuberías, el funcionamiento de las mismas, el costo excesivo en caso de renovar, pero el peor es el desperdicio de agua ya que el 40% del agua que llega a la Ciudad de México y al área metropolitana se desperdicia debido a fugas y tomas clandestinas.
Expertos señalan que en caso de no tomar las medidas adecuadas, la ciudad enfrentaría una situación muy compleja en materia de seguridad hídrica en menos de 50 años.
Actualmente la zona tiene un severo déficit debido a que se extrae 40% más agua de la que se recarga anualmente; llegará el punto en que déficit nos alcance y se convierte en una situación insostenible.
Para superar esta situación se lanzó el proyecto “Agua Capital”, el cual es el primer fondo de agua de la Ciudad de México y el área metropolitana. Dicho proyecto es liderado por un grupo de empresas y organizaciones como el Banco Interamericano de Desarrollo, el Fondo para el Medio Ambiente Mundial, The Nature Conservancy y la Alianza Latinoamericana de Fondos de Agua.
Se lanzó esta plataforma de colaboración colectiva con el propósito de convocar a todos los sectores para mejorar las condiciones de seguridad hídrica de la zona, con un enfoque sistémico, sostenible y de largo plazo.
“Agua Capital” aprovechará la experiencia y las mejores prácticas a nivel global para fortalecer el balance hídrico de los acuíferos que abastecen a la Ciudad de México y el área metropolitana, privilegiando soluciones de infraestructura verde y áreas de conservación.
Con las alianzas que se han establecido en “Agua Capital”, los órganos gubernamentales pueden apoyarse en la experiencia y las herramientas con las que cuenta el sector privado para mejorar los programas sociales e iniciativas que busquen mejorar el bienestar de la población.
Uno de los Objetivos de Desarrollo Sostenible 2030 de la Organización de las Naciones Unidas es la promoción y acceso del agua limpia así como su saneamiento.
Esperemos que esta alianza entre el sector público y privado ayude a construir ciudades más resilientes.
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Vía: Forbes
Imagen: El Big Data