Las cápsulas de café tienen casi 3 décadas que se introdujeron al mercado pero no fue sino el 2006 que Nestlé contrató al actor George Clooney como embajador de la marca Nespresso que realmente despegó y comenzó la pesadilla medioambiental.
Estas cafeteras y cápsulas ganaron una gran popularidad, supuestamente por la comodidad y elegancia, pero realmente es por un tema de estatus.
Actualmente cientos de compañías ofrecen diferentes variantes de sabores, como capuccino, cortado, latte macchiato y un largo etcétera. Pero todo tiene un costo y diferentes ciudades en el mundo se han dado cuenta de lo que supone tener cápsulas de café no biodegradables.
Hamburgo fue la primera ciudad en Europa en poner freno a estas cápsulas y Baleares recientemente aseguró que a partir del 2020, no se podrá comprar ni vender cápsulas que no sean biodegradables y compostables.
Esto surgió porque el material con el que son fabricadas las cápsulas que es plástico y aluminio generalmente es muy contaminante y en muchas ciudades en el mundo no se cuenta con la tecnología para hacer esta separación o es muy costoso.
Por lo tanto al no ser reutilizables y ni biodegradables, sólo van acumúlandose y si tomamos en cuenta el número de cápsulas que se fabrican a nivel mundial, tenemos un grave problema entre manos.
A nivel mundial, cada día se fabrican 39 mil cápsulas de café, esto quiere decir que al año entran a nuestro ambiente más de 14 millones de cápsulas que no pueden ser procesadas ni recicladas.
Por lo que ya diferentes ciudades están prohibiendo la compra-venta de esta producto a menos que sea compostables, tal y como lo está haciendo la marca ‘The Eden Project’.
Esta empresa resolvió la pesadilla fabricando cápsulas de café ecológicas. La nueva gama de cápsulas de café biodegradable no causan ningún daño ambiental porque se descomponen en materias primas en pocas semanas.
Al término de uso de la cápsula esta puede ser arrojada a un pila de composta y regresará a la tierra en cuestión de semanas ya que está hecha de cartón y tintas vegetales, igualmente son 100% reciclables.
"...En Eden siempre buscamos soluciones sostenibles y buscamos reducir el desperdicio. Estas cápsulas totalmente compostables les permiten a los amantes del café disfrutar de deliciosos cafés de origen ético sin crear residuos plásticos adicionales...", dice la gerente comercial de The Eden Project, Tracey Smith.
Las cápsulas de café son compatibles con las máquinas Nespresso y provienen de cuatro países productores de café de origen fairtrade: Colombia, Guatemala, Costa Rica e Italia.
La variedad colombiana tiene notas de limón, pomelo y caramelo, mientras que el producto guatemalteco sabe a nueces almendras y avellanas acompañadas de chocolate. Las cápsulas de café de Costa Rica son picantes con un toque de cebada tostada y nuez y la variedad italiana es un espresso descafeinado rico en caramelo, nuez y notas cítricas.
Por el momento, las cápsulas sólo están disponibles en el Reino Unido en las cadenas de supermercados Waitrose, así como en las tiendas de Eden Project, por un precio de $103 pesos mexicanos (£ 4.99) por bolsa de 200 g de cápsulas.
Este es un gran paso que seguramente muchas otras compañías deberán de replicar porque la normativa mundial va a girar a hacia este sentido eventualmente.
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Vía: Metro UK
Imagen: Nespresso