México, como todos los países en el mundo, tiene una crisis por la contaminación que producen los residuos plásticos. Cada día son mayores los desafíos que tenemos y parece que la necedad de consumir plástico no disminuye, más bien sucede lo contrario.
Pero cuando surge un problema de este tipo, también hay personas que están buscando solucionarlo como lo muestran el Dr. Hugo Mújica y la Dra. Aurora Valdez, ambos profesores-investigadores de la Escuela de Ingeniería y Ciencias del Tecnológico de Monterrey.
Valdez y Mújica encontraron cómo aprovechar los desperdicios de la industria procesadora de alimentos al utilizar las cáscaras de frutas para explorar y aprovechar sus componentes para producir películas biodegradables, con lo que se podría sustituir los plásticos sintéticos.
“...La proliferación de materiales sintéticos, que se pueden encontrar en campos, ríos, lagos y océanos, no se degradan por su alta resistencia a factores ambientales de biodegradación como temperatura, humedad, radiación del sol, microorganismos...”, explicó en entrevista con Tec Review el Dr. Hugo Mújica Paz.
Anteriormente hablamos sobre Janzen y Hallwachs, investigadores de la Universidad de Princeton quienes utilizaron los desechos de la industria de jugos para rescatar una selva.
Mújica y Valdez buscan hacer algo parecido, no restaurarán una selva pero si utilizarán todo el ‘desperdicio’ de las empresas para convertirlos en polímeros que se pueden transformar para crear películas biodegradables. En ocasiones el mal manejo de estos residuos genera contaminación y representa un gasto para las empresas.
“...Cuando los residuos orgánicos se acumulan, generan gases que causan enfermedades respiratorias en las comunidades que están cerca de empresas jugueras...”, continúo.
Es por esto que los investigadores tuvieron la iniciativa de crear un biomaterial que pudiera sustituir a los plásticos sintéticos y lograr disminuir la contaminación de los desechos de frutas, así como la de plásticos.
Los cítricos son una de las áreas con las que los investigadores trabajan y fabrican las películas biodegradables y material no les faltará ya que México es el quinto país productos de cítricos a nivel mundial de acuerdo con datos de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa).
Al reutilizar las cáscaras frescas que tiran las plantas procesadoras, los investigadores proceden a extraer el biopolímero donde con una tonelada de cáscara, por ejemplo de naranja, se pueden crear 9 mil 200 metros cuadrados de película biodegradable.
Para la creación del biomaterial, los profesores de TEC desarrollaron un proceso simplificado y ecológico, por el cual obtuvieron una patente en 2017.
Este proceso permite que los compuestos activos antimicrobianos y antioxidantes (que están presentes naturalmente en la cáscara) permanezcan en las películas biodegradables adjudicándose esas propiedades que, en otros polímeros deben ser añadidos de fuentes externas.
“...A nosotros nos interesa recuperar además del biopolímero otros componentes de la cáscara. Entonces, eliminamos el uso de etanol, extraemos más componentes que están en la cáscara...”, expresó Mujica.
El biomaterial es flexible y transparente. El color y aroma depende de la materia prima con el que fue elaborado, esto por que han probado con diferentes tipos de cáscaras de frutas como, manzana, tuna, plátano, mango, naranja, toronja, limón, mandarina.
Las posibles aplicaciones del biomaterial serían en productos secos que tengan baja humedad o en productos que requieren mantenerse en congelación ya que se adaptan mejor a temperaturas bajas en donde conservan mejor su flexibilidad y no son quebradizas.
El proyecto fue presentado en el Congreso de Investigación y Desarrollo 2018, que desarrolla la institución educativa como parte de las iniciativas que buscan transformar México.
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Vía. ITESM
Imagen: ITESM