La agricultura es una de las industrias a la que el mundo está más ligado y por ende es uno de los grandes puntos que se tienen que atender para que sea más eficiente y se reduzca su impacto ambiental.
Se han realizado diversos avances que han ayudado a que los cultivos mejoren, desde mejores rotaciones, hasta los controversiales organismos genéticamente modificados; pero un nuevo estudio afirma un nuevo paradigma: el uso de rocas.
La magnitud del cambio climático futuro podría moderarse mediante la reducción inmediata de la cantidad de CO2 que ingresa a la atmósfera como resultado de la generación de energía y mediante la adopción de estrategias que eliminen activamente el CO2 de la misma.
La investigación realizada por científicos de la Universidad de Illinois, sugiere que la adición de rocas de silicato de reacción rápida a las tierras de cultivo podría capturar CO2 y brindar mayor protección contra plagas y enfermedades al mismo tiempo que restaura la fertilidad y la estructura del suelo.
"...El calentamiento global es un problema que afecta a todos en el planeta. En general la comunidad científica ha hecho un trabajo pobre al transmitir que el mundo debe reducir las emisiones de gases de efecto invernadero de los combustibles fósiles y combinar esto con estrategias para extraer dióxido de carbono de la atmósfera para evitar una catástrofe climática...”, dijo Stephen Long, profesor en la Universidad de Illinois y coautor del estudio.
David Beerling, director del Centro Leverhulme para la Mitigación del Cambio Climático en la Universidad de Sheffield y autor principal de la investigación, explicó el proyecto: "...Las sociedades humanas saben desde hace mucho tiempo que las llanuras volcánicas son fértiles, lugares ideales para el cultivo sin efectos adversos para la salud humana , pero hasta ahora no se había tenido en consideración que agregar rocas a los suelos puede capturar el CO2...".
La investigación, publicada en ‘Nature Plants’, examinó la modificación de los suelos con abundantes rocas de silicato triturado, como el basalto, sobrantes de antiguas erupciones volcánicas. A medida que estos diminutos granos de roca se disuelven químicamente en los suelos, absorben el dióxido de carbono y liberan nutrientes esenciales para las plantas.
Dentro de los beneficios se encuentran la reducción del uso de fertilizantes y pesticidas agrícolas, la reducción del costo de la producción de alimentos y el aumento de la rentabilidad de las granjas.
Las rocas de silicato triturado se pueden aplicar a cualquier tipo de suelo, pero la tierra cultivable es la opción más viable por las rotaciones que tiene al año y cubre un 10% del área terrestre global.
Actualmente, diferentes agricultores ya aplican rocas trituradas en forma de piedra caliza para revertir la acidificación de los suelos causada por las prácticas agrícolas, incluido el uso de fertilizantes, por lo que sería fácil de adoptar este nuevo modelo.
"...Nuestra propuesta es que cambiar el tipo de roca y aumentar la tasa de aplicación haría el mismo trabajo que aplicar caliza triturada, pero ayuda a capturar el CO2 de la atmósfera, almacenándolo en el suelo…”, afirmó Long.
Si el proyecto llega a hacerse en gran escala y agricultores de todo el mundo adoptaran esta práctica, podríamos ver un gran cambio, estas son el tipo de iniciativas que gobiernos locales deben apoyar para crear un efecto dominó.
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Vía: Nature / Feedstuff imagen: Farming