La revolución de los vehículos de dos plazas sigue en pie. La bicicleta no ha tenido grandes cambios hasta hace un par de años cuando se crearon las primeras bicis eléctricas que ayudaban al usuario a realizar su trayecto de una forma más rápida sin tener que comprar o hacerse de una motocicleta.
De esas primeras bicis que tenían una batería grande y pesada, hemos presenciado una evolución a mecanismos más sencillos, eficientes y amigables con el medio ambiente, al grado de que ahora se pueden adquirir bicicletas que operan con… ¿hidrógeno?
Una start-up francesa se convirtió en la primera compañía en comenzar a producir en bicicletas de hidrógeno para su uso en flotas corporativas o municipales.
La empresa Pragma Industries, con sede en Biarritz, Francia, fabrica pilas de combustible para uso militar y ha vendido unas 60 bicicletas de hidrógeno a municipios franceses como Saint Lo, Cherbourg, Chambery y Bayonne.
Actualmente, las bicicletas que comercializa tienen un precio exageradamente alto para una bicicleta €7,500 (más o menos como $173 mil pesos). Igualmente se requiere una estación de carga con un costo de $30 mil euros ($690 mil pesos), por lo que estas bicis están fuera de límites para casi cualquier cliente.
De acuerdo con Pragma, están trabajando para reducir el precio a €5 mil euros, con lo cual estarían compitiendo con los bicicletas eléctricas premium.
Si bien sigue siendo un precio fuera de proporción para el consumidor promedio, lo interesante es que están saliendo al mercado este tipo de tecnologías; lo mismo está sucediendo con los autos eléctricos, hoy por hoy es muy difícil poder adquirir uno, pero en un futuro será más sencillo y económico.
“...Muchas otras empresas tienen prototipos de bicicletas de hidrógeno, pero nosotros somos los primeros en hacerlas en serie…”, dijo el fundador y presidente ejecutivo Pierre Forte.
Alpha, la bicicleta de hidrógeno de la firma, puede recorrer hasta 100 kms con un tanque de hidrógeno de dos litros; esto es un rango similar al de una bicicleta eléctrica, hasta aqui no hay novedades.
Pero donde se diferencía Alpha es en la carga de la batería; mientras que una eléctrica puede tardar hasta 8 horas en cargarse completamente, una recarga de batería de hidrógeno lleva sólo unos minutos. Un kilo de hidrógeno contiene aproximadamente 600 más energía que una batería de litio de un kilo.
La empresa también comercializa estaciones para carga que producen hidrógeno a través de la electrolisis de agua, así como estaciones basadas en tanques más económicos.
Las bicicletas se ven y ruedan igual que una normal por lo que cualquier persona puede usar, aunque el público objetivo son operadores de alquiler de bicicletas, empresas de entrega, flotas de bicicletas municipales o corporativas con uso intensivo; sería algo avanzando tener estaciones para uso público con bicicletas de hidrógeno… es un escenario complicado, tan siquiera aquí en México.
En el 2017, Pragma produjo 100 bicicletas de hidrógeno y este año planea aumentar la producción a 150 bicis; la demanda principal viene de países como Noruega, Estados Unidos, España, italia y Alemania.
Con el alcance de la bicicleta limitado por el tamaño del tanque de hidrógeno, Pragma también está trabajando en una bicicleta que convertirá el agua simple en hidrógeno a bordo de la bicicleta, utilizando una reacción química entre agua y aluminio o polvo de magnesio para producir gas de hidrógeno.
"...Esperamos que en el 2020 estemos de lleno en el mercado de consumo e incrementar masívamente la escala de nuestras operaciones…”, dijo Forte.
Es un futuro muy prometedor para esta empresa, aún con precios tan elevados. Eventualmente, si la tecnología lo permite y el consumidor acepta de forma general este producto, veremos bicicletas de hidrógeno a un precio más accesible, sino para todos, para el consumidor promedio.
Vía: Reuters
Imagen: Pragma Industries