El Mar Muerto, también conocido como el Mar Salado, es un cuerpo de agua que limita con Jordania e Israel. Es un lago hipersalino único en la Tierra conocido por ser el punto más bajo del planeta y por albergar una gran cantidad de sal.
Con casi un 34% de salinidad, este lago hipersalino se encuentra enclaustrado y contiene significativas concentraciones de cloruro de sodio y sus niveles de sal superan casi 9 veces la salinidad de los océanos. Esta alta densidad salina no permite que la vida florezca, de ahí su nombre.
Una atmósfera de tranquilidad siempre ha rodeado este hito bíblico y tesoro mineral. El Mar Muerto es una maravilla natural que en realidad está dando vida, pero esta joya única está en peligro de agotarse.
Este mágico lugar está desapareciendo rápidamente al perder agua y minerales. Quien haya visitado el Mar Muerto décadas atrás podría haber disfrutado de una actividad comercial activa. Había restaurantes que presumían tener la mejor ubicación a orillas del mar, pero actualmente lucen abandonados debido a que esa misma orilla se ha alejado y se encuentra a cientos de metros.
Atrás quedaron las playas públicas en la parte norte del mar, Mineral Beach y la playa Ein Gedi y los casi 40 locales que dependía económicamente de esta zona.
Lo que anteriormente eran carreteras que servían para dar recorridos turísticos a la orilla del mar, ahora están desamparadas y sólo las visita la aridez que cada día se adjudica un pedazo más de este ecosistema.
El culpable tiene diferentes nombres, desde las grandes industrias que trabajan día y noche extrayendo agua y minerales del mar, sin siquiera pagar por estos, la agricultura y ganadería que desvía ríos, hasta la evaporación del mar.
Los ríos que alimentaban al Mar Muerto ahora están secos por lo que la cantidad de 'agua nueva' que llega es prácticamente nula.
De acuerdo con el profesor Avner Adin de la Universidad Hebrea, la solución es simple: “…dejemos de desviar y sacar agua de los ríos que alimentan al Mar Muerto y permitamos que vuelvan a su cauce natural…”, dijo Adin.
Este grado de deterioro se debe a que desde la década de 1960 se ha ido ‘cerrando la llave del grifo’, Siria, Jordania e Israel redirigen el agua del Jordán para diferentes proyectos agrícolas y residenciales por lo que la entrada de agua es muy escaza y el nivel continúa descendiendo.
Cada año, este cuerpo de agua pierde entre 1.5 y 2.5 metros de agua: “…esto quiere decir que el punto más bajo del mundo cada día tiene una mayor profundidad…”, así lo expresa Chris Mitchell de CBN News.
“…El agua que llegaba del río Jordán se está utilizando para el riego y desarrollar la agricultura, por lo tanto ha dejado de llegar agua al Mar Muerto, el equilibrio ha cambiado…”, expresó Adin.
Según EcoPeace, un grupo ambientalista que se enfoca en soluciones de agua entre Israel, Palestina y Jordania, el Mar Muerto sólo recibe el 5% de agua de lo que anteriormente recibía, esto es un retroceso del 95%.
Desde finales de la década de los 80’s comenzaron a aparecer ‘sinkholes’ -pozos formados repentinamente que se forman cuando las rocas debajo de la superficie se disuelven por el agua subterránea-, teniendo registrados cerca de 100, para el 2005 el número incremento exponencialmente alcanzando más de 6,000 pozos.
Si el nivel del Mar Muerto continúa cayendo a la velocidad actual, podría reducirse a un charco de lodo en unas pocas décadas. Los científicos creen que el Mar Muerto nunca desaparecerá por completo, y dicen que el 2050 será el punto de inflexión cuando se volverá tan salado que los minerales evitarán que el agua se evapore, dejando un pequeño charco de fango viscoso.
Vía: CBN News
Imagen: CBN News