Científicos de los Países Bajos están cerca de lograr un avance muy significativo en la industria agraria; pronto podrán cultivar vegetales en zonas desérticas lo que cambiaría la situación actual de África e incluso terminar con la hambruna mundial.
Con el marco de la COP23 llevándose a cabo en Alemania, diferentes grupos instan a los líderes mundiales a comprometer más fondos para nuevos proyectos agrícolas que sean una solución real.
En un pequeño rincón de los Países Bajos, donde parece que sería el último lugar donde esperaríamos ver una revolución en la forma que se cultivan los alimentos, se están llevando a cabo proyectos en grandes invernaderos que podrían cambiar vidas a medio mundo de distancia.
En dichos invernaderos se cultivan todo tipo de vegetales, papas, lechuga, kale y tomates, entre otros. Por lo general, se necesitan grandes cantidades de agua para cultivar tomates, pero aquí se reduce a prácticamente nada e incluso se cultivan frutas en materiales de aislamiento en lugar de sembrar en suelo o usar tierra.
"... Usamos solo agua de lluvia y agua reciclada y podemos cultivar cualquier tipo de vegetal. Puede ser una solución para llevar comida a otros lugares del mundo donde hay un problema de accesibilidad...", dijo Richard Hartensveld, director de una granja de tomates.
Actualmente los Países Bajos son el mayor exportador de tomates en el mundo, pero el trabajo que se está realizando en estos invernaderos va más allá de los anaqueles en supermercados, más bien está dirigido para los países del mundo que padecen hambre.
Lo que están haciendo aquí es realmente emocionante porque básicamente se podrían cultivar vegetales sin tierra y con un mínimo de agua; esto hace que se pueda replicar el modelo en cualquier parte del mundo, incluso en el desierto o en lugares donde hay sequías prolongadas.
Las soluciones que se están creando son radicales, se están extrayendo las bacterias de las plantas que pueden hacer frente a los desiertos y colocarlos en los cultivos. De hecho los científicos piensan que los desiertos del mundo son una gran oportunidad agrícola y esperan que en 2 años logren hacer cultivos en la arena.
"... Lechugas, espinacas, tomates, papas y otros vegetales se pueden cultivar en condiciones difíciles como el desierto ..." dijo Tom Bisseling, profesor de biología molecular.
Este tipo de avances son necesarios ya que la combinación del crecimiento de la población y el cambio climático está empeorando la situación y de seguir con este paso será más complicado que países en el continente africano accedan o aseguren su alimento. La desertificación en tierras agrícolas está convirtiendo a muchos en refugiados climáticos.
El mensaje aquí para los políticos es que el cambio climático es una parte integral de la crisis de los refugiados y que ofrecer soluciones tiene beneficios en todas partes.
"... Si no resolvemos los problemas allí (África), las personas migrarán a otros lugares y buscarán comida en Europa y sabemos, nuevamente, que la migración es un gran problema; en mi opinión, necesitamos mejorar la situación y el sustento de las personas en África...", dijo Ernst Van Den Ende de la Universidad Wageningen.
Muchos han olvidado al continente africano porque existe esta bizarra sensación de que tratar de ayudar a un mundo hambriento no tiene sentido, que el problema nunca terminará. Pero aquí hay pruebas de que el cambio climático puede ser superado por la ciencia.
Vía. Al Jazeera
Imagen: Richard Hartensveld