Siempre es fascinante escuchar el hallazgo de una especie animal o vegetal. Nos da a entender que todavía falta mucho por conocer y el compromiso que tenemos por continuar conservando los espacios naturales.
En días pasados un grupo de científicos reportaron el descubrimiento de un nuevo orangután en Indonesia. Esto por sí mismo es una gran noticia al sumar una especie más a nuestro compendio animal; el problema es que este orangután ya es el gran simio más próximo que extinguirse.
El hallazgo se dio en los bosques de tierras altas en el norte de Sumatra, en Indonesia, el orangután de Tapanuli (pongo tapanuliensis) fue originalmente considerado parte de la población de orangután de Sumatra.
Al día de hoy sólo quedan 800 especies de este ejemplar, lo que automáticamente lo convierte en la especie de gran simio en mayor peligro de extinción. La principal amenaza es que su hábitat está siendo destruido rápidamente debido a las plantaciones de aceite de palma.
“…Si no se toman medidas para reducir las amenazas actuales y futuras para evitar la degradación de nuestros bosques y selvas, estaremos presenciando el descubrimiento y la extinción de un gran simio en nuestro período de vida…”, afirma el grupo de científicos.
El orangután de Tapanuli es la primer especie de gran simio propuesta por científicos en casi 90 años. Anteriormente la comunidad científica ha reconocido a seis especies de grandes simios: orangutanes de Sumatra y Borneo, gorilas orientales y occidentales, chimpancés y bonobos.
La investigación se basó analizando el esqueleto de un adulto que fue asesinado en un conflicto de aldeanos en el 2013; dicha investigación indica la división evolutiva de la población de otros orangutanes ocurridos hace unos 3,4 millones de años y análisis desde 2006 de las diferencias de comportamiento y hábitat.
Se creé que históricamente, la población se ha aislado de los orangutanes de Sumatra más al norte en los últimos 10 mil a 20 mil años, según el influjo más reciente detectable de genes masculinos desde el exterior, de acuerdo con el estudio genético.
Adicional a la evidencia genética y las diferencias físicas -que son más evidentes en comparación con los orangutanes de Borneo- otras características que los separan de sus primos son su dieta y la restricción del hábitat a las zonas altas.
El año pasado, la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN) clasificó a los orangutanes de Borneo como ‘críticamente amenazados’, debido a un declive poblacional causado por la destrucción de su hábitat para dar paso a plantaciones de aceite de palma. Pero desde el 2008 ingresaron a la lista roja de la UICN.
Uno de los graves problemas es que los orangutanes de Tapanuli vivien en tres áreas que no están protegidas. "…Para que la especie sobreviva y sea sustentable en el futuro, esas tras áreas deben reconectarse a través de corredores forestales…", dijo Matthew Nowak, uno de los autores del estudio.
“…Es imperativo que todos los bosques restantes estén protegidos y que un organismo de gestión local trabaje para garantizar la protección del ecosistema de Batang Toru…", dijo Novak.
Es nuestra responsabilidad que esta nueva especie prospere y abandone la lista roja. Esto lo podemos hacer desde nuestras trincheras, no es necesario viajar cientos de kilómetros para hacer algo al respecto, podemos consumir productos que estén certificados y solicitar a las empresas que usan aceite de palma sustentable y que protejan los bosques de Sumatra.
Vía. Independent
Imagen. Press Association