En los últimos años hemos visto diferentes esfuerzos para hacer productos a partir del dióxido de carbono (CO2), desde zapatos y raquetas, hasta bloques para construcción. Estos esfuerzos son buenos pero todavía falta saltar a un nuevo nivel y hacer que la captura de CO2 sea una forma viable y efectiva para reducir las emisiones a gran escala.
Al día de hoy no se tiene una certeza del alcance que podría tener de forma masiva, pero a una escala menor sí es posible gracias a la primera planta comercial para capturar dióxido de carbono desde el aire, que está operando en Suiza.
Esta planta administrada por ‘Climeworks’, empresa fundada por los ingenieros Christoph Gebald y Jan Wurzbacher, es la primera en extraer el CO2 del aire y obtener una ganancia al venderlo directamente a otras empresas. Sus clientes son diversos, empresas que manejan invernaderos cultivando hortalizas o que fabrican bebidas carbonatadas y combustibles sin carbono.
Climeworks afirma que la planta es capaz de succionar cerca de 900 toneladas de CO2 anualmente, el equivalente de 200 coches; que si lo vemos a gran escala todavía no es la solución que todos estamos esperando, pero es un gran paso al futuro.
LA IDEA. Todo inició en el 2008, cuando Gebald y Wurzbacher eran estudiantes de posgrado y observaron por primera vez un invernadero que ordenaba tanques de CO2 para su producción agrícola. Se dieron cuenta de que el CO2 podía ser filtrado directamente desde aire y utilizarlo en sitio.
Posteriormente buscaron financiar su idea y desde entonces han desarrollado el proceso que hoy conocemos. Su objetivo es capturar el 1% de las emisiones globales de carbono para el 2025, una meta realmente ambiciosa ya que tendrían que construir cerca de 250 mil plantas similares.
CÓMO FUNCIONA: La planta cuenta con 18 ventiladores gigantes que succionan el aire del ambiente el cual es filtrado y pasa por un proceso de adsorción y desorción para extraer el CO2 -proceso en el cual, un contaminante es eliminado mediante el contacto con una superficie sólida-. El aire libre contaminantes es expulsado hacia la superficie y el CO2 capturado es utilizado en un invernadero cercano a la planta para ayudar a cultivar vegetales.
Igualmente, estos ventiladores se encuentran en la parte superior de una empresa que se dedica a la eliminación de residuos municipales donde el proceso de incineración despide calor. Este calor se recupera y se utiliza para calentar los filtros que liberan y capturan el CO2.
La planta de captura de carbono es más rentable y eficiente si se coloca junto a una central eléctrica de combustibles fósiles, aunque por el momento sigue siendo más costosa en comparación con la energía eólica y solar.
Esta planta podría significar el futuro para la captura de CO2, el tener una meta tan ambiciosa de capturar el 1% quiere decir que confían en su proyecto y más cuando no sólo es una meta de ‘limpieza de aire’ sino que también es rentable por la venta del CO2.
Vía: Climeworks
Imagen: Climeworks