Por fin hay un grupo de personas con dos dedos de frente y piensa antes en el planeta que en el beneficio inmediato. El día de ayer, el Tribunal Federal de Brasil suspendió el controversial decreto del presidente Temer el cual permitía que la reserva Renca fuera usada para uso comercial.
Esta vez, las voces de millones de personas se hicieron escuchar y bajo el clamor de ambientalistas, opositores políticos y la comunidad internacional se suspende un decreto que ponía en peligro la reserva Amazónica.
“...Hemos concedido parcialmente un mandato para suspender inmediatamente cualquier acto contra la reserva Renca…”, dijo en un comunicado el Tribunal Federal de la capital brasileña.
Todavía existen personas que buscan la justicia como el juez Rolando Spanholo, quien ordenó la suspensión de posibles actos administrativos basados en el decreto de Temer. “...El gobierno no consultó al Congreso como lo exige la Constitución y el decreto pone en riesgo la protección del medio ambiente de Renca y la protección de las comunidades indígenas locales…”, expresó Spanholo. No sólo Estados Unidos tiene un presidente arbitrario, sólo que aquí hay gente que si le pone un alto.
La reserva de Renca en el Amazonas es el hogar de las tribus indígenas Aparai, Wayana y Wajapi, así como vastas franjas de bosque virgen, que cubren más de 46 mil kilómetros cuadrados y contiene importantes reservas de oro, manganeso, hierro y cobre, las cuales sólo estaban disponibles para minería de propiedad estatal de nivel bajo.
Más de dos tercios del área de Renca que se encuentra en el estado de Amapa están sujetos a controles de conservación o protecciones para áreas indígenas que limitarían la minería, dejando sólo un 31% abierto a investigación y exploración, según un informe del gobierno de 2010.
Temer dice que abrir el área rica en oro y minerales es parte de su programa para impulsar la débil economía de Brasil. Existen otras formas Sr. Temer, no dude en buscar en alternativas sustentables, no tiene el derecho de quitarnos la riqueza ambiental de Brasil. El gobierno insiste en que las áreas vitales dentro de la reserva, incluyendo donde viven los indígenas, permanecerán fuera de los límites.
Desde que Temer asumió la presidencia hace un año ha buscado imponer recortes de austeridad y reformas de mercado encaminadas a mover la economía del país sudamericano, pero se ha topado con una sociedad que por lo visto está harta de que se explote la reserva amazónica.
De hecho en julio pasado, Temer envió al Congreso u proyecto de ley de deforestación para reducir las áreas de preservación del bosque nacional de Jamanxim en el estado amazónico de Pará en un 27% o alrededor de 350.000 hectáreas.
A principios de agosto, el Tribunal Supremo de Brasil falló a favor de los grupos indígenas después que el estado de Mato Grasso solicitó compensación por tierras que habían sido declaradas reservas tribales.
Esto es un gran golpe contra Temer y una defensa
Vìa. Al Jazeera
Imagen: Natgeo