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Brasil reduce su reserva amazónica para autorizar minería


El controversial presidente de Brasil, Michel Temer aseguró que la autorización estimulará la actividad económica y respetará las leyes de protección ambiental.

Un nuevo golpe recibe la selva Amazonas propinado nuevamente por la avaricia de diferentes grupos empresariales e industriales, así como la codicia de la sociedad.

En un movimiento calificado por muchos como “agresión al planeta”, el gobierno de Brasil abolió una vasta reserva nacional más grande que el tamaño de Dinamarca para dar paso a la explotación comercial de minerales.

El área en cuestión es la superficie que se extiende a lo largo de los estados del norte de Amapa y Pará, los cuales se cree que contienen grandes depósitos de oro, hierro manganeso y otros materiales; este decreto presidencial fue publicado el pasado miércoles en la gaceta oficial donde el gobierno disolvió el área protegida conocida como Reserva Nacional de Cobre y Asociados (Renca).

El presidente Temer, rodeado de un escándalo de corrupción en su gabinete, se enfrasca en una polémica decisión de estimular la economía del país mediante la explotación de minas en la selva amazónica para mantener la posición de la mayor economía emergente tras la peor crisis económica que ha azotado a Brasil.

Supuestamente, el decreto del miércoles enfatiza que éste no anula otras leyes existentes de protección ambiental como la protección para la vegetación nativa y áreas de conservación de la naturaleza. Se tendrá que revisar de lleno el impacto ambiental antes de comenzar cualquier proyecto.

Diferentes grupos ambientales como el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF), han expresado su preocupación acerca del impacto ambiental que tendrá la explotación minera así como la amenaza al ecosistema y la reserva.

“...La selva amazónica es nuestro mayor activo. En este momento de desesperación y crisis ponen en riesgo las áreas protegidas que están dentro de la reserva, es una catástrofe...", dijo Michel de Souza, Coordinador de Políticas Públicas de WWF-Brasil en una entrevista al diario O Globo.

“...La Selva Amazónica es extremadamente crucial para el clima global. La deforestación y la destrucción, incluso de pequeñas secciones, tienen un efecto dominó que afectará el clima global, somos el pulmón del mundo…”, declaró Moira Birss de la ONG Amazon Watch para el diario Al Jazeera.

Entendemos que el presidente Temer quiera salvar la economía de su país, pero lo que no es comprensible ni tolerable es que se use al planeta como colateral para llevar a sus ideas. Existen diversas formas de atacar una crisis y la minería sólo será un pequeño parche. ¿qué pasará cuando se les agoten los recursos de dichas minas? Tendrán una selva devastada y no habrán solucionado el problema económico de raíz.

“...A pesar del fuerte atractivo económico, el desarrollo de la actividad minera puede traer impactos no deseados a las áreas protegidas, como la deforestación, amenazas a pueblos y poblaciones indígenas, pérdida de recursos hídricos, pérdida de biodiversidad y agravación de conflictos de tierras", afirmó Mauricio Voivodic, Director ejecutivo de WWF-Brasil.

Más de dos tercios del área de Renca que se encuentra en el estado de Amapa están sujetos a controles de conservación o protecciones para las áreas indígenas que limitarían la minería, dejando un 31% de la superficie abierta a investigación y exploración después de abolir el área.

Adicional al daño ecológico y el desastre que se avecina con la explotación de esta región, la mayoría de los recursos minerales que se obtengan de las minas irán a manos de empresas extranjeras, ni siquiera se quedarían en el país; es como dar permiso a un extraño de que venga a tu jardín a destruirlo por unos cuantos pesos y el se lleve el tesoro.

Lamentable la decisión del presidente Temer.

Vía: Al Jazeera

Imagen: Al Jazeera


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