Todavía recuerdo el comercial de hace más o menos un año en donde Grupo México hacia alarde de todo lo que había hecho en el estado de Sonora, esto con el fin de limpiar su imagen por el mayor desastre medioambiental que ha sufrido el país; por lo visto Grupo México piensa que ya cumplió con sus obligaciones, aunque quedan muchas interrogantes y diversas zonas continúan presentando una gran afectación.
Después de tres años del derrame en el río Sonora, Grupo México considera que ha cumplido con los requerimientos que le impusieron los gobiernos federales y locales para reparar el daño causado. Pero organizaciones y habitantes consideran insuficientes las acciones realizadas.
El 6 de agosto del 2014, una fuga de un depósito de la mina Buenavista del Cobre vertió 40,000 metros cúbicos de lixiviados de sulfato de cobre acidulado en un arroyo que posteriormente éstos contaminantes fueron introducidos en los ríos Bacanuchi y Sonora, intoxicando 17 kilómetros del arroyo Tinajas, 64 kilómetros del Bacanuchi y 190 kilómetros del río Sonora. Incluso el desastre alcanzó la presa El Molonillo, la cual abastece a la mitad de la población de Hermosillo.
“El derrame cambió abruptamente nuestra vida. Antes vivíamos tranquilamente. Tomábamos agua tranquilamente. Ahora le tenemos miedo hasta los garrafones porque los negocios de purificación no tienen filtros contra metales pesados…”, dijo Ramón Miranda Córdova, comerciante y afectado tras el derrame.
Los inconformes acusaron de incumplimiento de compromisos al gobierno federal, por medio de la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales y a Grupo México.
Grupo México creó un fideicomiso de 2 mil millones de pesos, el cual se suspendió el pasado 7 febrero por órdenes de la empresa. Este fideicomiso se utilizaría para resarcir los daños causados por la contaminación del río y se brindaría atención médica a los afectados, así como apoyo a las actividades económicas perjudicadas.
Hay algo turbio en todo esto, y no precisamente es el agua contaminada, ya que la Comisión Nacional del Agua y la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios realizaran tomas de muestras de agua e informaron que las concentraciones de metales pesados supuestamente no rebasan los límites permitidos por las normas oficiales, por lo que Grupo México concluyó las labores de limpieza y restauración del río y se dejaron de ejercer 700 millones de pesos.
Igualmente, diferentes ONGS y grupos ambientalistas de la cuenca del Río de Sonora, acusaron a la Semarnat de olvidarse del asunto, incluso declararon que Rodolfo Lacy Tamayo quien es subsecretario de dicha dependencia y encargado de manejar el fideicomiso, usó arbitrariamente los recursos.
“…Grupo México violó los acuerdos legales, por no aplicar las medidas ni respetar los plazos. Además el daño causado por el derrame es más grande de lo que se creía. El consorcio está actuando ilegalmente y de forma arbitraria…”, aseguró Benjamín Cokelet, fundador de la ONG Poder, la cual asesora legalmente a las personas afectadas por el derrame
Tras el incidente, considerado por las autoridades medioambientales de México como el más grave en la historia de la minería nacional, los pobladores, organizaciones civiles y la Organización Mundial para la Salud, de las Naciones Unidas, advierten que la contaminación en el río Sonora subsiste.
A tres años del derrame tóxico, el cual afectó a 22 mil personas directamente y a otras 250 mil indirectamente, la empresa no ha cumplido su compromiso de remediar los daños ambientales, instalar plantas potabilizadoras y financiar atención médica a los habitantes afectados, como lo había asegurado.
Por otro lado la reparación de los daños económicos a agricultores y ganaderos han sido motivo de irregularidades y las indemnizaciones no son equiparables al nivel de las afectaciones. Paralela e irónicamente, Grupo México reportó a la Bolsa Mexicana de Valores un aumento en sus utilidades del 60% en el segundo trimestre de 2017.
Señores ustedes crearon el caos, ustedes lo limpian, no pueden abandonar la zona ni pensar que con unos pesos todo se soluciona, ¿dónde quedó ese bello comercial en el que se veían grandes obras y compromisos de su parte?
Vía: El Economista
Imagen: Proceso