
Noruega da ultimátum a Brasil y en caso de que la deforestación en el Amazonas continúe, el país nórdico eliminará la ayuda financiera de 118 millones de dólares.
Noruega emitió una amenaza directa a Brasil, en donde afirma que si el país sudamericano aumenta o continua con la tasa de deforestación actual de la selva amazónica y no se revierte la tendencia, la ayuda financiera de cientos de millones de dólares se reducirá a cero.
La nación escandinava ha proporcionado más de $100 millones de dólares al fondo amazónico de Brasil desde 2008, dicho fondo está vinculado a reducir la tasa de deforestación en la selva tropical más grande del mundo; pero la realidad es que parece que ese fondo no está siendo aprovechado de forma eficaz ya que la tasa de deforestación continua.
La destrucción de los bosques por las industrias madereras y agrícolas es un importante contribuyente a las emisiones de carbono que impulsan el cambio climático y Noruega considera que la protección de la Amazonía es vital para el mundo entero.
La tasa de deforestación en la selva amazónica disminuyó constantemente entre 2008 y 2014, lo cual fue un logro impresionante y tuvo un impacto positivo en Brasil y el mundo, según Vidar Helgesen, ministro de Medio Ambiente de Noruega.
Pero en los últimos dos años la deforestación ha mutado y Brasil se está enfrentado a una destrucción masiva .”...En 2015 y 2016, la deforestación en la amazonia brasileña tuvo una preocupante tendencia al alza; por lo que si aumenta este número, aunque sea de forma discreta, nuestra ayuda quedará anulada…”, de acuerdo a un extracto de una carta dirigida al ministro de Medio Ambiente de Brasil José Sarney Filho.
La primer ministro de Noruega, Erna Solberg, dijo que la contribución que realiza su país al fondo de Amazonas se basa en resultados. “...En caso de confirmarse las cifras preliminares sobre la deforestación en 2016, se reducirá el monto que se otorga, incluso se anularía…”, declaró Solberg al diario NTB.
“...Estamos realmente alarmados por los movimientos polémicos en Brasil para eliminar la protección de grandes áreas de la Amazonía y debilitar las licencias ambientales requeridas para la agricultura; incluso se han reducido los presupuestos para Ministerio de Medio Ambiente y otros departamentos que protegen el amazonas…”, expresó Helgesen.
En repetidas ocasiones se ha mencionado el vínculo que tiene el actual presidente de Brasil, Michel Temer, con el sector agrícola y el poderoso lobby detrás de esta industria, el cual continúa presionando por recortar la protección que cuenta la selva amazónica.
La deforestación anual aumentó un 29% a 8 mil kilómetros cuadrados en 2016, aunque sigue muy por debajo de los 19.000 kilómetros cuadrados observados en 2005. Los funcionarios noruegos afirman que bajo las reglas establecidas por el propio Brasil para el fondo amazónico, en caso de que la deforestación incremente a 8,500 kilómetros cuadrados se dejará de proporcionar la ayuda.
El presidente Temer se enfrentará a las protestas de los activistas de los bosques tropicales y de los derechos indígenas el día de hoy en Oslo, incluyendo a Sônia Guajajara, líder del movimiento indígena APIB. Ella dijo: "...Temer viola sus obligaciones y socava los derechos constitucionales de la gente. Sus ataques contra los pueblos indígenas y el medio ambiente son de una magnitud que no hemos visto antes...", esto se suma a las polémicas a las que ha estado envuelto el presidente brasileño.
Diversas ong ambientales acusaron al gobierno de Temer y al poder legislativo de Brasil de lanzar la peor ofensiva antiambiental en décadas como consecuencia de la aprobación de proyectos para reducir las reservas naturales y promover la minería y expansión de las fronteras agrícolas.
Tan sólo el mes pasado el Congreso de Brasil aprobó el cambio de uso de suelo de alrededor de 566 mil hectáreas de tierras protegidas en áreas abiertas a la tala, la minería y el uso agrícola.
Estas expansiones del sector agropecuario significan un alto impacto ambiental ya que cerca del 70% del total de emisiones de gases de efecto invernadero que produce Brasil proceden de la destrucción de la selva y las actividades ganaderas y agrícolas.
El mayor pulmón del mundo, el cual ocupa más del 50% del territorio brasileño ha sufrido en las últimas 3 décadas los efectos de la acelerada, la cual viene acompañada de la quema de los bosques para abrir áreas para el ganado bovino y la producción agrícola.
Esta práctica constante amenaza seriamente al Amazonas que al día de hoy ha perdido el 19% de todo el bioma (área geográfica donde se comparte fauna, flora y condiciones climatológicas), lo que equivale a 750 mil kilómetros cuadrados; para darnos una idea, sería un tercio de todo México.
Vía: Time
Imagen: Daniel Beltra/Greenpeace