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Fibra de Coco para crear utensilios desechables biodegradables


Es seguro asumir que casi todos hemos consumido coco, ya sea en un viaje a la playa o en una bebida que ahora son muy populares, en jabones, fibras, pero ¿qué sucede con la ‘cáscara’?, esa dura capa que protege el contenido de esta fruta.

De acuerdo con la Sagarpa, el coco es un cultivo usado principalmente con fines industriales en la elaboración de jabones, fibras y para la alimentación. En México se producen cerca de 221 mil toneladas de coco al año, lo que deja muchas cáscaras desaprovechadas; es por esta razón que dos estudiantes de la Universidad de Chapingo en Texcoco quieren hacer algo al respecto.

Brenda Itzel Morales Rodríguez y Mariana Lizbeth Sánchez Escutia, de la división de Ciencias Forestales de dicha institución, estuvieron desarrollando durante seis meses un proyecto académico el cual resultó ganador del concurso Campus Expo Forestal.

La idea del proyecto fue desarrollar un producto más amigable con el medio ambiente, que pudiera combinarse con tierra y utilizarse como composta, a diferencia de los platos de plástico o unicel que tardan entre 500 y mil años en degradarse.

Fue así como las estudiantes crearon platos desechables biodegradables con fibra de coco, los cuales disminuyen considerablemente los tiempos de degradación de los platos desechables y el impacto ambiental que generan estos residuos sólidos, ya que estos se degradan en un lapso que va de los dos días a tres meses dependiendo las condiciones del ambiente.

“...El proceso comienza suavizando la fibra de coco con la ayuda de un contenedor hermético ‘biodigestor’, posteriormente se licúa y se agrega agua de linaza y papel reciclado. Finalmente con la ayuda de un molde y la aplicación de calor la mezcla toma forma de plato…”, comentaron las estudiantes.

El actual proceso todavía sigue una elaboración artesanal, en la cual se pueden realizar hasta 12 platos en un día; aunque ambas estudiantes afirmaron que de contar con inversionistas o apoyas gubernamentales, y la idea logra industrializarse, podrían producir 4 mil unidades y comercializar la docena en aproximadamente $35 pesos.

Por el momento, Brenda y Mariana sólo han elaborado platos de 15 centímetros de diámetro pero se encuentran realizando pruebas con bioplástico para incrementar la resistencia del material y producir vasos.

Si bien este proyecto está naciendo está en su etapa inicial, responde a la necesidad de reducir la cantidad de residuos sólidos que se generan en el país.

Las estudiantes presentaron su proyecto en el concurso Campus Expo Forestal, organizado por la Comisión Nacional Forestal en octubre pasado y al día de hoy continúan con su idea, presentándola a empresarios que buscan invertir e impulsar nuevos negocios. Esperemos que logren conseguir el apoyo que necesitan.

 

Vía. Semarnat

Imagen: Istock

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