Siempre nos mostramos entusiasmados con los avances tecnológicos y más cuando cumplen un propósito medioambiental. En esta ocasión nos quedamos sorprendidos con el invento de Rodrigo García, Guillaume Couche y Pierre Paslier, quienes diseñaron una especie de bolsa para contener el agua la cual se puede consumir.
Como ya se ha tratado en diferentes entradas, el plástico es un material que puede tardar más de mil años en degradarse y si se desecha de forma incorrecta termina siendo muy perjudicial para el medio ambiente.
Desde que se introdujo la mentira de que el agua embotellada es mejor y más saludable que el agua de grifo, la sociedad se ha volcado a multiplicar su consumo de agua embotellada, ya somos pocos los que seguimos confiando en el agua de la llave, y sí, seguimos sin enfermarnos.
Con la introducción del agua embotellada llegó uno de los grandes problemas a resolver, el plástico. Durante décadas se ha intentado, sin mucho éxito, reciclar la mayor cantidad de envases pero la realidad es que tanto la sociedad no está acostumbrada a reciclar y no existe la infraestructura adecuada para resolver el creciente problema.
Por esta y muchas otras razones, en los últimos años surgieron alternativas que van desde envases de origen vegetal, hasta prendas de vestir que reutilizan el material, pero a pesar de estos esfuerzos, los vertederos siguen registrando alto volúmenes de plástico y millones de toneladas terminan en el mar anualmente.
Sin embargo, gracias a uno de nuestros lectores que nos pasó la nota, un grupo de emprendedores está revolucionado el mercado. Esta propuesta llegó de la mano de estudiantes de diseño en Londres, se trata de ‘Ooho! Water’, el cual es un envase biodegradable y comestible que se puede crear en la comodidad del hogar.
‘Skipping Rock Lab’, es una startup basada en Londres, y que dio vida a ‘Ooho!. “…Nuestro objetivo es crear alternativas que no signifiquen desperdicios adicionales como las botellas de plástico…”, de acuerdo con el sitio de la startup.
Inspirados en técnicas de gastronomía molecular, Rodrigo, Guillaume y Pierre diseñaron una especie de ‘bolsa hecha a base de algas pardas y cloruro cálcico. Las dos capas de membrana se consiguen a través de un proceso culinario llamado esferificación por el cual los alimentos se encapsulan con texturas tipo gelatina. Previo a su envasado, el agua debe congelarse para evitar que se mezcle con otros ingredientes.
El resultado de este gran invento es un ‘envase’ sencillo, resistente, higiénico y biodegradable que busca, y esperemos que lo logre, reemplazar el agua embotellada.
Otra característica que lo hace más atractivo es el bajo costo, ya que producir cada una de estas ‘bolsas’ sólo requiere un par de centavos a diferencia del agua embotellada que utiliza recursos no renovables y contaminantes como el petróleo para producir PET.
“…El consumo de recursos no renovables en botellas de plástico de uso único y la cantidad de desperdicios generados es profundamente insustentable. La meta de Ooho es sustituir las botellas de plástico y limitar el impacto ambiental…”, de acuerdo con sus fundadores.
Los creadores afirman que el mismo consumidor puede crear en casa la ‘bolsa’ y hasta probar diferentes ingredientes para darle un sabor más atractivo en caso de que no se quiera agua natural. Y, si alguno de ustedes ha asistido a un evento deportivo, sabrá que se desperdician cientos de miles de botellas de agua y bebidas energéticas, por lo que estas esferas serían especialmente útiles para deportistas.
Adicional a fomentar la elaboración casera, los emprendedores planean llevar su proyecto al mercado, utilizando etiquetas entre las dos capas de membrana.
Vía: Discovery Latam
Imagen. Ooho! Water