La lucha interminable contra la extinción de especies parece que se intensificará este año por diferentes motivos, ya sea por el calentamiento global, fenómenos demográficos, contaminación, predación, enfermedades y degradación del hábitat; este último es el caso del guepardo o chita.
DEGRADACIÓN. La degradación del hábitat de una especie puede alterar el paisaje adaptativo hasta el punto que esa especie ya no está en condiciones de sobrevivir y se extinga. Esto puede ser por efecto directos (si el entorno se torna tóxico) o indirectos en donde la especie tiene que competir contra otros por la cantidad de recursos limitados.
La degradación del hábitat también es la destrucción física del entorno, tenemos el ejemplo más sonado en Borneo donde los orangutanes son desplazados porque el hombre está quemando su espacio para reemplazarlo con sembradíos. La eliminación de las selvas como es el caso de la amazonas peligra la supervivencia de diferentes especies. Otro ejemplo más notable es el deterioro que hemos causado en los océanos con la acidificación del mar así como la montaña de desperdicios o la pesca masiva. Cualquier alteración al hábitat de las especies significa un problema para los animales.
El calentamiento global también afecta la degradación del hábitat ya que al reducir el espacio que ocupan las especies provoca competiciones con otras que anteriormente no se veían afectadas, en muchas ocasiones estos nuevos competidos son predadores y afectan a la especie original o pueden tomar ventaja para obtener recursos frente a otros que son más vulnerables.
CHITA. La chita o guepardo está sufriendo ahora mismo este destino y se necesita la intervención inmediata para que el animal terrestre más rápido no desaparezca de la faz de la tierra. Científicos estiman que sólo quedan 7,100 ejemplares de felinos en condiciones silvestres y ocupan tan sólo el 9% del territorio que antes tenían.
Donde se han sufrido las mayores pérdidas es en las poblaciones asiáticas y de medio oriente. De acuerdo a una investigación liderada por la Sociedad Zoológica de Londres (ZSL por sus siglas en inglés) y la Sociedad para la Conservación de la Vida Silvestre (WCS), estiman que en Irán quedan 50 ejemplares de este felino, en Zimbabue el número de guepardos ha disminuido un 85% en 16 años, de tener una población de 1,200 ejemplares a un máximo de 170, es triste la realidad que está viviendo.
La Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza desarrolla una lista con los estatus de cada una de las especies llamada ‘lista roja de especies amenazadas’, en dicha lista la chita está catalogada en estatus ‘vulnerable’ pero se han realizado diversos llamados para cambiarlo a ‘en peligro de extinción’.
“...Tomando en cuenta que este felino es uno de los más elusivos, ha sido difícil recopilar información sobre la especie, lo que resulta que no se tengan datos concretos del estado alarmante en el que se encuentra el número de población…”, explica la Dr. Sarah Duran de ZSL y WCS.
“...Si combinamos que necesita grandes espacios para vivir, mismos que se están reduciendo dramáticamente, junto con las amenazas enfrentadas por la especie en estado salvaje, tendremos como resultado que el felino sea más vulnerable a la extinción de lo que pensamos…”, afirmó la Dr. Durant en su estudio.
El problema es que incluso en los parques protegidos que están ‘bien gestionados’ y en reservas, los guepardos continúan en constante amenaza no sólo por la pérdida de su hábitat sino por la estupidez humana donde son cazados para competencias o trafican con ellos en un mercado negro de mascotas exóticas. De seguir así se unirá a la larga fila de animales extintos y todo gracias a las actividades humanas.
Tanto la comunidad científica como las personas que se dedican a la conservación de la vida silvestre quieren ver un enfoque nuevo para la protección y conservación del guepardo, centrado en incorporar estrategias regionales coordinadas y exigir a los gobiernos y comunidades locales que protejan al guepardo y promuevan la coexistencia sostenible entre humanas y vida silvestre.
“...Asegurar la áreas protegidas no es suficiente, tenemos que pensar en grande, conservando a través del mosaico de paisajes protegidos y desprotegidos que habitan estos felinos de gran alcance, si hemos de evitar la pérdida de otra manera segura del guepardo para siempre…”, en palabras del Dr. Kim Young-Overton, quien pertenece a la organización Wildcat Conservation Organisation Panthera.
Marquemos la pauta de este 2017 y los años próximos protegiendo lo que realmente, la biodiversidad de nuestro planeta.
Vía: CNN, National Geographic y Aljazeera
Imagen: National Geographic Kids