¿Alguna vez se han puesto a pensar el daño que hacen los productos de belleza e higiene que usamos diariamente? No contamos o hacemos matemáticas ya que pensamos que es un uso individual pero si lo vemos a gran escala son miles de millones de toneladas de desperdicio que se van acumulando cada año, sin mencionar los daños a la salud y medioambiente por los químicos que contienen estos productos.
Piensen en todos los jabones, cepillos de dientes, toallas, pasta dental, desodorantes y shampoo que usan al año, ahora multipliquen ese número por miles de millones de personas. No suena nada bello y mucho menos nada higiénico, al contrario sólo estamos haciendo un gran basurero de nuestro planeta.
Para solucionar este problema y tener un mundo más verde y sustentable, les preparamos diferentes alternativas para dichos productos:
Cepillo de dientes de bambú
Se estima que anualmente, sólo en Estados Unidos se desechan al año más de 1 mil millones de cepillos de dientes de plástico los cuales terminan en los océanos y vertederos. Cada uno de estos cepillos les toma entre 100 y 1000 años degradarse de forma natural. Es por esto que es importante que migremos a otros productos más sustentables como los cepillos de dientes que están elaborados de bambú. Este material es biodegradable, no está hecho de plástico ni otros elementos como BPA o químico tóxicos y al bambú sólo le toma entre 1 y 3 años degradarse. Los pueden encontrar en tiendas en línea y especializadas
Toallas
Las toallas de bambú tienen un ahorro significativo de agua y energía en los procesos de lavado, no sueltan pelusas y ahorran espacio en tu closet de blancos. Se ha comprobado que estas tienen propiedades antibacteriales y el número de microorganismos encontrados en las superficies de las de bambú son mucho menores que las de algodón, son resistentes al moho, lo cual las hace un poco más higiénicas, además y al igual que los cepillos de dientes de bambú son amigables al medio ambiente, debido a que para su fabricación no se usan métodos de alto impacto
Jabón
La mayoría de los jabones comerciales contienen aditivos químicos para lograr la espuma, estos químicos son dañinos tanto para el ambiente como para nosotros ya que el supuesto olor a “fresca primavera” no viene de flores sino de productos químicos; igualmente la mayoría contienen aceite de palma, uno de los aceites más controversiales por la alta deforestación para obtenerlo. La alternativa para el jabón convencional es obtener uno de origen vegetal natural, esto es, que sea libre de aceite de palma o que este ingrediente venga de empresas que lo obtienen de forma sustentable.
Desodorantes
Al año usamos aproximadamente 4 desodorantes, multipliquen eso por la población que podría comprarlo a nivel mundial.... cientos de miles de millones de empaques que son desechados. El desodorante en sí, al igual que muchas otros productos, contiene muchos químicos que contaminan el ambiente, pero lo más importante es el empaque. Al igual que muchos otros productos de envases, los desodorantes vienen en lata o plástico y a menudo las latas no tienen el proceso adecuado para reciclarse. Estos envases son una de las causas de la contaminación tanto de nuestros suelos, como de los océanos. Hay diferentes alternativas a los desodorantes comunes como las piedras desodorantes, los cuales son cristales grandes y suaves de sulfato potásico de aluminio que se humedecen y aplican como una barra de desodorante regular. También se puede optar por una mezcla hecha en casa con bicarbonato de sodio, maicena y aceite de coco.
Shampoo
Al igual que los desodorantes y la pasta de dientes, el shampoo tiene una alta huella de medioambiental por los químicos que se van por el desagüe y por los empaques. En promedio una persona puede usar 3 empaques de shampoo al año por lo que las matemáticas siguen sin ayudar al medio ambiente. La alternativa es usar shampoo que vengan en barra y al igual que el jabón, sean de origen vegetal tratando que uno de los ingredientes no sea aceite de palma o uno controlado.
Pasta de dientes
Sólo en Estados Unidos se consumen alrededor de 400 millones de tubos de pasta de dientes cada año; estos tubos son muy complicados de reciclar por los residuos que contienen, aunque si es posible. Al igual que el empaque del shampoo o los cepillos de dientes, la pasta viene en tubos de plástico los cuales pasarán más de un siglo en degradarse. Para contrarrestar el impacto que tiene cada uno de estos tubos se puede utilizar 1) sal de mar disuelta en agua, 2) bicarbonato de sodio con algunas gotas de menta, 3) Agua oxigenada o peróxido de hidrógeno, con bicarbonato de sodio y algún refrescante, 4) nada y cepillar sólo con agua, 5) jabón natural de menta y 6) aceite y coco y bicarbonato de sodio.
Resumiendo, todos podemos hacer un esfuerzo para cuidar nuestro planeta y adoptar costumbres nuevas, alejarnos de lo que las empresas nos han tratado de imponer día a día y de paso nos ahorraremos dinero al hacerlo.
Imagen: surviving diet change