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Después de las elecciones, el gran perdedor es el medioambiente


De todas las razones para temer una presidencia de Donald Trump -entre ellas la construcción de un muro, las mentiras, su xenofobia, que es misógino, que quiere prohibir la entrada de todos los musulmanes a EUA, en fin, hay muchas- hay una más trascendental, que no fue tan discutida y podría causar un daño permanente en nuestro mundo… el cambio climático.

Dentro de las propuestas que lanzó el nuevo presidente, resalta su ‘visión’ en cuanto a políticas energéticas ya que prometió levantar las restricciones a la exploración de energía, abrir tierras federales para perforación, resucitar el oleoducto de Keystone y reabrir las minas de carbón en todo el país: “...vamos a salvar la industria del carbón, créanme, vamos a salvarla ...” declaró Trump a NBC; es como si Sauron estuviera hablando por él. No sé qué sea peor, que el se crea todas sus mentiras o que la gente haya votado por esta persona que no le importa el mundo que habitamos.

El tema medioambiental sólo se tocó una vez durante los debates presidenciales, siendo Clinton la que favorecía este tema: “(...) quiero que Estados Unidos se convierta en la superpotencia de energía limpia del siglo 21, Donald piensa que el cambio climático es un engaño perpetrado por el gobierno Chino, yo pienso que es real, yo pienso que la Ciencia es real (…)”. Tristemente Estados Unidos tendrá un líder diferente al que necesitaba el medio ambiente.

De los dos candidatos Donald Trump es quien tiene una visión más radical acerca de las problemáticas medioambientales, al grado de negar el cambio climático y las consecuencias que estamos viviendo.

La comunidad ambientalista se mantuvo a la expectativa del ganador de las elecciones para llevarse la sorpresa de que el hombre que ha descrito al calentamiento global como “algo creado por y para los chinos” se convirtió en el líder de una de las naciones más poderosas.

"(...) Ahora que ha pasado la campaña electoral y las realidades del liderazgo se asientan, espero que se dé cuenta de que el cambio climático es una amenaza para su pueblo y para países enteros que comparten mares con los Estados Unidos, incluido el mío (...)", declaró Hilda Heine, presidenta de las Islas Marshall.

Estados Unidos, siendo el segundo mayor contaminador del mundo, es responsable de un 13% del total de emisiones de carbono a nivel mundial. La pérdida de su apoyo en temas medioambientales será un gran obstáculo a vencer para frenar el cambio climático.

La semana pasada Trump emitió una declaración acerca del cambio climático, en donde ‘brillantemente’ decidió que cortaría el gasto federal que se hace en esta área para ahorrar $100 billones de dólares en dos términos. “(...) pondré a Estados Unidos primero, eso incluye cancelar billones en el combate al cambio climático que se destinan a las Naciones Unidas (...)”, el plan es cancelar todo gasto destinado al cambio climático. Este es el peor escenario que se podría imaginar, un dictador contra el planeta.

Este recorte afectará diversas áreas como el Departamento de Energía, inversiones en investigación en ciencias del clima, financiamiento para el desarrollo internacional y fondos para ayudar a las comunidades de los Estados Unidos para lidiar con los cambios climáticos, entre otros.

Lo único medianamente rescatable fue su reciente declaración “(...) Tal vez deberíamos centrarnos en el desarrollo de fuentes de energía y producción de energía que alivie la dependencia de los combustibles fósiles (...)”, ¿Tal vez? Sr. Presidente esto no es una opción es una obligación.

Los avances en la pelea contra el cambio climático recibirán un revés con la elección de Donald Trump. El nuevo presidente ha cuestionado a la ciencia acerca del cambio climático y ha declarado que anulará los acuerdos de la COP21 de París y prometió estimular la producción de carbón, el cual es uno de los combustibles fósiles más contaminantes. Realmente no conocemos o no queremos darnos cuenta sobre las repercusiones que sufrirá nuestro planeta una vez que Trump tome posesión de la oficina oval en enero próximo.

Bajo la administración de Obama, Estados Unidos logró ponerse al corriente con las iniciativas de las Naciones Unidas para frenar el impacto del cambio climático y firmó los acuerdos de París en diciembre pasado junto con China y 195 países más.

El pasado 4 noviembre estos acuerdos tomaron fuerza al ser ratificados por casi 100 países, incluido Estados Unidos. Estos acuerdos buscan mantener el incremento de la temperatura mundial por debajo de los 2° y disminuir las emisiones de carbono a cero… Trump ha dicho que que cancelará dichos acuerdos.

Si bien el próximo presidente de esta nación hará que los trabajos y esfuerzos medioambientales sean más complicados, no hay imposibles y no debemos darnos por vencidos.

Igualmente será complicado para Trump deslindarse de los acuerdos multinacionales ya que estos acuerdos forman parte de la Convención del Marco de las Naciones Unidas contra el Cambio Climático de 1992 los cuales fueron ratificados por el ex presidente republicano George Bush; para deslindarse, Trump tendría que renunciar a este tratado o arriesgarse a derribar todo el proceso de la ONU, adicional debe avisar con 3 años de anticipación para retirarse legalmente. Aunque hemos visto diversas conductas de este Sr. que apuntan a una falta de ética y moral.

El problema es que en la actual COP22 que se está realizando en Marrakech, las autoridades mundiales desconfían de los acuerdos que se lleguen con Estados Unidos ya que se sospecha que, una vez que Trump esté en el poder, no se respeten.

El apoyo que otorgue la nación del continente americano a los siguiente pactos serán esenciales para que países como China e India continuen los desarrollos necesarios para migrar a una economía e industria sustentable.

Adicional a los problemas antes mencionados, uno de los grandes problemas es la influencia psicológica que pueda tener el próximo Presidente con su nación. “(...) el peligro real de que Trump sea el nuevo líder de los Estados Unidos es que está poniendo en peligro el gran cambio que se ha realizado para concienciar al mundo acerca del cambio climático (...)”.

Si el presidente de un país declara en repetidas ocasiones que el cambio climático es un engaño y que no pasará nada, la sociedad comenzará nuevamente a crear más desperdicios, a consumir más energía fósil, a no reciclar y se tendrá un país lleno de personas ignorantes en el tema.

Por nuestra parte sólo queda seguir trabajando por un mejor mundo a pesar de las adversidades, denunciar los abusos medioambientales y tomar acciones aunque sean radicales para salvar nuestro planeta.

Vía: Bloomberg, Independent, Huffingtonpost, State

Imagen: elaboración propia

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