¿Recuerda cómo era nuestro planeta hace un par de décadas? Cuando todavía el tema del cambio climático no tomaba la fuerza que hoy en día tiene. No estamos diciendo que estuviera libre de contaminación en nuestros ecosistemas o que todo funcionara de acuerdo a los planes de la naturaleza. Lo que sí había eran más de 3.3 millones de kilómetros cuadrados de naturaleza salvaje, los cuales se han perdido desde 1990.
Para dimensionar y asimilar este número, es casi el doble de todo el territorio mexicano, ¡casi dos Méxicos perdidos!. De acuerdo a un reciente estudio publicado en Current Biology, en donde se compararon dos mapas de principios de los noventas y actuales, se demuestra que nuestro planeta ha perdido un 10% de su naturaleza de silvestre en tan sólo dos décadas.
Dicho estudio es liderado por James Watson, quien es profesor de la Universidad de Queensland y Director de Ciencia e Investigación en Wildlife Conservation Society. Watson quien describió los hallazgos como sorprendentes y deprimentes al mismo tiempo. Con los resultados obtenidos, Watson pide que se realice una intervención internacional para crear políticas que reconozcan el valor de la naturaleza salvaje y enfrentar las amenazas latentes.
Una de las pérdidas más visibles es en nuestros bosques donde tanto empresas como consumidores se han dedicado a explotarlos al punto del exterminio en muchas zonas. Las áreas silvestres juegan un papel importante en nuestras vidas, nos suministran agua potable, oxígeno, alimentos, medicinas; igualmente son grandes almacenes de gases de efecto invernadero, evitan los efectos de la erosión, reducen las condiciones metereológicas extremas y son el hábitat de cientos de miles de animales. ¿Si son tan importantes, por qué nos hemos dedicado a borrarlos? Como menciona Watson, “nuestros bosques están siendo completamente ignorados en las políticas ambientales”.
Para este estudio, los investigadores mapearon las zonas que biológica y ecológicamente estén intactas o libres de la perturbación humana. En este mapa se observan más de 30 millones de kilómetros cuadrados que siguen estando en este estado. Pero con un mapa similar que data de 1993, se observa que desde este año al presente se ha perdido el 10% de las áreas silvestres. En donde se tiene un mayor registro de pérdida en América del Sur con un 30% y África con un 14%.
“Las áreas de naturaleza silvestre no se pueden regenerar, el proceso ecológico que se necesita ya no existe y nunca volverá al estado en el que estaba. Si no actuamos pronto, nuestras áreas silvestres se irán para siempre; esto será un desastre para la conservación el cambio climático y para las comunidades más vulnerables de nuestro planeta...”, de acuerdo con Watson.
“...La naturaleza silvestre no tiene un umbral de tamaño mínimo, pero los científicos consideran que una zona o área mayor a los 10,000 kilómetros cuadrados es un tamaño significativo a nivel global…”. Este es el umbral de tamaño que la Unión Internacional por la Conservación de la Naturaleza estipula para las áreas ecológicas intactas.
A principios de los años 90’s, existían a nivel global 350 bloques de áreas silvestres que aplicaban en los criterios del umbral señalado. El estudio liderado por Watson sugiere que 37 de estos bloques están por debajo del umbral y 259 más presentan una pérdida significativa. De hecho al día de hoy, algunos tipos de ecosistemas de la Tierra ya no presentan vida/naturaleza silvestre
Lo lamentable es que al mismo tiempo que hemos perdido estos 3.3 millones de kilómetros cuadrados de naturaleza silvestre, sólo hemos podido proteger 2.5 millones de km2. Los investigadores descubrieron que los esfuerzos actuales de conservación tienden a centrarse en áreas que muestran un alto grado de deterioro y las áreas intactas suelen tener menor atención aún cuando están en peligro de bajar el umbral impuesto.
“...Se ha tenido un especial interés en los parajes deteriorados y en las especies que están el borde de la extinción y eso es algo bueno y que deberíamos continuar realizando, pero hemos descuidado las áreas de calidad que poco a poco están disminuyendo…” comenta Watson en su reporte.
Watson propone diversos acercamientos para atacar este problema y proteger de forma eficiente las áreas silvestres. 1) realizar convenios y acuerdos internacionales, 2) priorizar los servicios de los ecosistemas que proporcionan las áreas silvestres intactas, 3) programas internacionales de financiamiento y 4) cada país debe desarrollar políticas nacionales más estrictas destinadas a preservar las áreas propias de naturaleza silvestre.
El problema de actuar ahora, como siempre se ha dicho y como expresó rotundamente Watson, traerá daños irreversibles tanto para la naturaleza como para la humanidad. “...si continuamos con este paso, no existirán áreas silvestres para finales del siglo…”. Al igual que Watson, creemos que la solución la tenemos todos nosotros con las decisiones que tomamos diariamente.
Vía: Washington Post, Live Science
Imagen: uuse.org