¿Cómo luciría nuestro planeta cuando los elefantes, tigres, gorilas y otro tipo de animales grandes se extingan?, ¿A quién no le hubiese gustado conocer un mamut, un antílope azul o una vaca marina? Poco a poco vamos terminando con nuestros majestuosos animales por la codicia.
Nuevamente la comunidad científica, esta vez un grupo de 43 investigadores, lanzó un llamado al mundo para advertirnos de las consecuencias catastróficas que sucederían en caso de tener una diversidad biológica disminuida; en primer lugar y más importante sería continuar con la pérdida de nuestros animales, pero las repercusiones no sólo serían medioambientales, sino muchos países y comunidades que se benefician del ecoturismo verían perdidos sus empleos, así como avances en la ciencia.
Publicado en la revista BioScience, la declaración de 13 puntos hace hincapié en la necesidad de reconocer las amenazas, detener las prácticas nocivas, se comprometen a la conservación, y reconocer la obligación moral de proteger a los animales de gran tamaño del planeta, “…tenemos la responsabilidad moral de proteger los animales grandes de nuestro planeta…”, comentaron los investigadores, incluidos, zoólogos, ecologistas y científicos.
“…Trabajar con este grupo de colegas para articular un plan de emergencia acerca de esta problemática y desarrollar una declaración fue un paso lógico para promover el conocimiento y la acción por parte de la sociedad en general…”, afirma Rodolfo Dirzo, miembro del grupo y profesor de ciencias medioambientales de la Universidad de Stanford; quien en sus investigaciones ha demostrado el estado crítico en el cual se encuentran los grandes animales.
Cerca del 60% de los grandes animales en el mundo están catalogados en extinción, de acuerdo a un reporte de la Unión Internacional por la Conservación. Las amenazas más frecuentes a las que se enfrentan son: la expansión de las áreas para ganado y cultivos, caza ilegal, deforestación y crecimiento de la población humana. Los grandes animales son extremadamente vulnerables a estas amenazas porque requieren de grandes áreas.
Se requiere una estrategia global integral que incremente más que sólo la voluntad política y social para crear acciones y acceder a fondos para la conservación a través de marcos regionales e internacionales. La clave para lograr dicha estrategia es comprender el valor y la importancia de conservar la vida salvaje y combinar el soporte internacional con las acciones sociales.
La mayoría de las regiones que tienen una gran diversidad de animales grandes como en África y el sureste asiático no cuentan con los recursos para implementar estrategias efectivas pero eso no quiere decir o no les quita la responsabilidad que tienen e igualmente los países desarrollados deberían apoyar las iniciativas de los menos favorecidos.
Con el consenso el grupo de investigadores esperan de cierta forma gozar del favoritismo de la opinión pública para establecer acciones y nuevos mecanismos de financiación.
Vía: Stanford news