El calentamiento global no es una fantasía o algo inventado, es una realidad que está acabando con nuestro planeta y cientos de especies, sino hacemos algo seremos nosotros los siguientes en extinguirnos. Uno de los cambios que se han presenciado últimamente es como el calentamiento global está reduciendo la población de los peces y la circulación del Lago Tanganica, que es un lago emblemático de África y el segundo más grande del mundo.
Este lago que es uno de los más antiguos y más grande a escala mundial y que es una fuente vital de alimentos y de gran actividad económica para África Oriental y Central, está perdiendo una gran cantidad de peces en los últimos años de acuerdo a una nueva investigación publicada en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences.
En condiciones regulares, los lagos se mezclan unas cuantas veces al año con el paso de las estaciones: al descender la temperatura del aire se enfrían las aguas superficiales que son muy ricas en oxígeno haciéndolas más densas por lo que terminan por hundirse en el fondo y terminan por empujar o hacer resurgir a las aguas ricas en nutrientes de las profundidades del lago; esta es la mezcla ideal de oxígeno y nutrientes y que sucede en un escenario normal.
El problema recae con el aumento de la temperatura, ya que de acuerdo al estudio, con aire más caliente la mezcla se ve interrumpida porque no se enfrían las aguas superficiales y se evita la combinación con las aguas profundas. Sin esta circulación los peces y la vida marina no están recibiendo los nutrientes necesarios para su existencia. Los hábitats adecuados cercanos al lago se han reducido en un 30% desde 1950. De acuerdo con el diario The Washington Post, el lago Tanganica provee cerca del 60% de la proteína animal para la dieta de la población local.
No sólo es la falta de alimento para los locales sino que al final del día estamos terminando con el equilibrio natural de un ecosistema.
Vía: The Washington Post