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Morikawa, el genio que limpio el humedal 'El Cascajo'


Cuando el gobierno, la sociedad y las empresas dejan de lado los problemas, la única solución para enfrentarlos es hacerlo uno mismo. Fue así como le sucedió a Marino Morikawa, un científico e investigador del Programma en Ciencias Bioindustriales de la Universidad de Tsukuba de Japón.

Marino vivió su infancia cerca del humedal de ‘El Cascajo’ en Perú donde realizaba actividades recreativas y que hasta el 2010 se fue convirtiendo en un lugar de contaminado y olvidado por todos, menos por las personas que añoraban y que esperaban que regresaran los años dorados del humedal.

Incluso el gobierno tuvo la pésima idea de vez de rescatarlo, taparlo como la gran mayoría de los problemas a nivel mundial; pero señores un problema no se tapa, un problema se resuelve y eso es lo que hizo Marino.

Con su proyecto ‘Tratamiento y Transferencia tecnológica para la recuperación del agua y conservación del medio ambiente en el humedal El Cascajo’ Morikawa comenzó desde el 2012 un proyecto que hoy tiene puede ser usado a escala mundial.

Al momento de su llegada hace más de 5 años Marino encontró un humedal 100% contaminado el cual se convirtió con el paso de los años en un botadero ilegal de basura que se fue rodeando de chancherías, desagües y terrenos de cultivos ilegales.

Esto hizo que muchas especies del humedal decidieron emigrar a sitios más acorde a sus necesidades, incluidos los humanos, quienes también se vieron afectados por enfermedades causadas por la contaminación del entorno; es por esta razón que el humedal iba a ser tapado.

Hoy en día vemos un humedal nuevo, un humedal que no se veía así desde hace más de 20 años y todo gracias a Morikawa, un grupo de voluntarios y el uso de la nanotecnología. Marino dividió el humedal en ocho sectores con cañas del lugar, de Guayaquil y bambú. Durante una semana, junto con un grupo de voluntarios, estuvieron quitando las algas acuáticas o ‘lechugas’ como les dicen.

Sólo en el primer sector se sacaron 70 toneladas de algas con las que hicieron composta. Y con la ayuda de más de 100 voluntarios se logró completar la Fase 1 de limpiar el humedal de plagas.

La Fase II resultaba ser más desafiante: limpiar el agua contaminada. Es aquí donde el ingenio de Marino se combinó con la nanotecnología entró para salvar un estanque contaminado: gracias al uso de micro/nano burbujas (que son 10 mil veces más pequeñas que las burbujas de un refresco), se capturaron los agentes contaminantes y los biofiltros los eliminaban.

Este sistema es un experimento único en su categoría y gracias a este el humedal hoy ya está libre de contaminación, a la fecha se pueden encontrar más de 70 tipos de aves migratorias cuando anteriormente sólo se podían ver aves de carroña. “…En el momento que arribaron, sentí que eran mis hijas…”, dijo Morikawa para un diario local.

‘El Cascajo’ sólo fue el comienzo ya que Marino tiene en la mira recuperar el lago Titicaca y el Río Chira usado el mismo proceso. Sólo nos quedan aplausos y palabras de admiración para una persona como Morikawa.

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